El eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar imputado, tendrá que declarar ante el Tribunal Supremo, por violencia de género. Denuncia falsa, asegura y no cesa de hacerlo prodigándose por todos los medios radiofónicos y televisivos . De una anterior, irterpuesta por su hijastro este se retractó. Pero esta le ha venido de oficio. Pero no por una denuncia de su ex mujer sino por un informe policial y la actuación de la fiscalía.
Ex Ministro de Justicia y autor de la ley del Gobierno Zapatero sobre violencia de género. A su amparo, desde el año 2005 hasta el 2012 se produjeron más de un millón de denuncias. El 80% fueron exculpados. Aguilar, eurodiputado, ha sido suspendido de militancia. Pero, siguiendo sus propias tesis y presunciones y ciertas perversidad de una ley, aprobada por unanimidad, pero donde desaparece la presunción de inocencia casi del todo y donde la mera palabra de la denunciante tiene valor probatorio, y que ha llevado a no pocas personas al calabozo sin más y durante 48 horas para pasar luego a juicio rápido ¿Será ahora él quien se sienta indefenso? ¿O seguirá pensando como afirmó entonces que los posibles abusos y atropellos que pudieran causar las denuncias falsas eran «costes asumibles»?.
Al menos él, por su condición de aforado, no ha tenido que pasar-caso de ser inocente- por ese primer escarnio. Pero las dos vertientes de su caso son a cada cual más mala. Tanto si la acusación es falsa, vendría a destapar en su propia cabeza los desafueros de una ley que vulnera los derechos de igualdad más elementales. Pero si es cierta y resulta condenado resulta todavía más terrible.
Porque al igual que a López Aguilar hay que otorgarle la presunción de inocencia, aunque su propia ley la reduzca a mínimos, habrá que otorgarle presunción de credibilidad a su mujer, a su denuncia, a sus testigos, y ojo con ello, al informe policial.
La impresión personal que me causó ayer, nada más que ello y que pudiera estar causada por la enorme tensión que está soportando, en su intervención en Al rojo vivo de la sexta donde estaba presente, fue deplorable. Me dejó mal cuerpo. Obsesivo, monocorde, crispado, repitiendo una y diez veces lo mismo, un soliloquio que no acababa nunca. Hasta para poner un poco nervioso e intentar cortarlo en varias ocasiones a García Ferreras. Arremetió además contra su mujer en varias ocasiones acusándola de alcohólica. Su gira radio-televisiva se me antoja muy contraproducente.
Pero no puedo evitar que en el actual caso me venga a la cabeza el sucedido electoral de Cañete y su penosa frase en la campaña por las europeas y la campaña mediática del PSOE y su agitprop televisivo, y de él mismo como integrante de la cabecera de la candidatura, y su penosa frase. No puedo evitar preguntarme el grado de efervescencia de las pantallas y el feminismo si en vez de López Aguilar el imputado, por estos presuntos hechos, se hubiera llamado Arias Cañete.
PD. DATOS: (2015-2012) 1.034.613 denuncias. Exculpados 826.616 (79,9%). Condenados 207.997 (20,1%). Fuente Observatorio Violencia Género
