Este 16 de abril de 2015, escribe Ignacio Camacho en ABC una columna titulada ‘Mencheviques’ en la que arranca diciendo:
En sus sueños de grandeza, algo rebajados últimamente por la deflación electoral, Pablo Iglesias se ve a sí mismo entrando en La Zarzuela, descorbatado y coletudo, a despachar con el Rey como presidente de su Gobierno.
Añade que:
Iglesias y su partido están en ese momento crítico en que hacerse mayor implica aceptar renuncias. Primero te envainas la república, luego la renta básica y acabas porfiando por unos puntos de déficit.
Y concluye que:
Inspirarse en «Juegos de tronos» conlleva el riesgo de fascinarse con la lucha por el poder olvidando que en la política real lo único que se conquista es el presupuesto. Y con eso te puedes cargar el país, pero no el sistema.