Este 4 de mayo de 2015, escribe Antonio Martín Beaumont en El Semana Digital una columna titulada ‘Susto o muerte: el «Halloween», adelantado a mayo, de Albert Rivera’ en la que arranca diciendo:
Hemos visto la pasada semana cómo la nave espacial Messenger ejecutó su «suicidio» programado estrellándose contra el suelo del planeta Mercurio. Y, la verdad, viendo los movimientos espasmódicos que se dan en algunos partidos, parece que siguen para morir el rumbo impuesto por la NASA a su artefacto galáctico.
Añade que:
Albert Rivera va a tener que zanjar ya si prefiere «susto» o «muerte». Porque su partido (integrado casi en su mitad, según todos los estudios demoscópicos, por antiguos votantes del PP desencantados) debe solventar si tiende la mano al PSOE andaluz para que siga gobernando, a pesar de haberse recorrido los platós españoles asegurando lo importante que es, por higiene democrática, sacar del poder a quien gobierna esa comunidad ininterrumpidamente desde la muerte de Franco.
Y concluye que:
¿Cuál será la reacción de los españoles de centro derecha que apoyan a Albert Rivera si comprueban que su voto engorda al PSOE (aunque sea a través de la abstención en la segunda votación de la investidura) y sirve para dejar en el machito a la organización política responsable de los ERE en Andalucía?
