Este 13 de mayo de 2015, escribe Enric Sopena en El Plural una columna titulada ‘No es el fin de un partido, sino de una ‘cueva de ladrones» en la que arranca diciendo:
Ahora Esperanza Aguirre apunta a Antonio Beteta, actualmente secretario de Estado de las autonomías, en el Gobierno Rajoy. Se trata de un veterano popular, surgido en los tiempos de Alianza Popular y escaso en su trabajo. De pronto, ha aflorado -como ocurre casi cada día desde hace años- otro affaire vinculado a la corrupción, diga lo que diga el presidente y su vicepresidenta, si es que llegan a decir algo al respecto.
Añade que:
¿Puede Esperanza Aguirre continuar logrando que algunas encuestas la coloquen como vencedora el día 24 del mes en curso, acaso con el empuje y el auxilio de los Ciudadanos? Parece que sí. Va a por todas y aspira a la victoria. No se anda con chiquitas y es muy peligrosa. La ética le importa un rábano. Lo ha demostrado estos días bombardeando, sin razón y sin piedad, a su rival, Manuela Carmena, recién aterrizada en Podemos.
Y concluye que:
El gesto de Carmena, en todo caso, marchándose -tras tanto tiempo de estar ahí- del ámbito socialista, no deja de ser como mínimo polémico. Por lo demás, Aguirre la atacó mediante la mentira, distribuida a raudales por el PP y los periodistas de sí señor, a sus órdenes, señor y volvió así Aguirre a hacer el ridículo.
