Este 14 de mayo de 2015, escribe Salvador Sostres en El Mundo una columna titulada ‘¿Por qué somos de derechas? en la que arranca diciendo:
No hay edad más siniestra que la juventud, hasta el punto de que todos esperábamos que Ciudadanos empezara a meter la pata, y a deshincharse, después de las municipales, con los difíciles y comprometidos pactos, pero Albert y sus 35 años no nos han hecho esperar y ya hemos conocido su primer síntoma de finitud política.
Añade que:
Podemos y Ciudadanos no han venido a gobernar, sino a darnos lecciones. Lo de Pablo está más que amortizado, pero no es menos ridículo Albert con sus panfletos generacionales o su última ocurrencia de establecer por ley las personas que pueden vivir en la habitación de una casa, en una insólita versión buenista de La vida de los otros.
Y concluye que:
Lo que tiene que regenerarse es la ciudadanía, en busca del hombre fundamental que lucha por lo que quiere, paga las cuentas, cede el paso a las damas y nunca se olvida de dar las gracias.