Este 21 de mayo de 2015, escribe José García Domínguez en Libertad Digital una columna titulada ‘¿A quién castigar el domingo?’ en la que arranca diciendo:
Hay algo definitivamente infantil en ese afán por castigar a los políticos profesionales el próximo domingo que se percibe ahora mismo en la sociedad española. Nacida y amamantada en los medios de comunicación, esa mentalidad de patio de colegio ha acabado dominando el sentir de la opinión pública, al punto de devenir hegemónica a día de hoy.
Añade que:
Como en el chiste del borracho que buscaba las llaves perdidas de su coche bajo la luz de una farola con el argumento irrefutable de que allí había más luz, la sociedad española ha querido encontrar la explicación a un complejísimo cataclismo sistémico que no entiende en los delitos y faltas del chivo expiatorio que tenía más a mano: su clase política.
Y concluye que:
Y si no lo hiciera, como viene siendo el caso, la culpa habrá que echársela a ya sabemos quiénes. De patio de colegio, pero la condición humana es así. En fin, el domingo a castigar a los malos.