Este 25 de mayo de 2015, escribe Graciano Palomo en El Plural una columna titulada ‘¿La España del pacto o de la incertidumbre?’ en la que arranca diciendo:
Ignoro al encarar este artículo cuál ha sido el mandato que el pueblo español ha dado a sus representantes en ayuntamiento y comunidades autónomas. Supongo que habrá sido, como corresponde a un país plural, vario, diverso y dividido. Pero es a partir de ese mandato que será claramente inteligible donde los políticos tienen que empezar a operar.
Añade que:
Sostengo que los males de España y de su clase política tienen poco que ver con el llamado bipartidismo. En todo caso, con la corrupción (no sólo económica) de algunos de sus dirigentes que no es lo mismo. Nuestro país puede dar escasas lecciones al resto de las naciones de nuestro entorno en materia de democracia y representación pública.
Y concluye que:
Si lo que salen, unos y otros, es a comerse el cochinillo a toda prisa, sin ni siquiera haberse lavado las manos con jabón, probablemente nos encontraremos que el pueblo ha intentado combatir algunas injusticias para implantar otras mayores.