El diario El País publica el 1 de junio de 2015 un editorial titulado ‘Aún están a tiempo’ en el que arranca diciendo:
Los pitidos al Rey y al himno nacional en la final de Copa no pasarían de ser un nuevo alarde de incivilidad e incultura, como define el diccionario al gamberrismo, si no fuera porque esa manifestación, ofensiva para muchos españoles, estuvo acompañada esta vez por la exhibición de una gigantesca pancarta con el lema Jota ke irabazi arte (Dale duro hasta vencer):la misma que ha empleado ETA como señal de identificación en sus armas y sus comunicados.
Añade que:
En la pancarta figuraba el escudo del Athletic de manera que pudiera interpretarse (ante un juez) como que quien tenía que jugar con energía hasta vencer era el equipo bilbaíno.
Y concluye que:
Lo de los pitidos no tiene solución que no implique riesgos graves: no es posible suspender el evento antes de que ocurra la ofensa ni prohibirlo una vez producida con 90.000 personas en el estadio; y tampoco plantear sanciones indiscriminadas. Pero sí habría sido esperable de los presidentes catalán y vasco y de los de ambos clubes un pronunciamiento previo y conjunto.