Este 8 de junio de 2015, escribe Antonio Martín Beaumont en El Semanal Digital una columna titulada ‘La única vez que Cospedal dijo «no» a Rajoy cambió todo en el PP’ en la que arranca diciendo:
Pocos conocen (dado el hermetismo de ambos protagonistas) que tras la victoria electoral de noviembre de 2011 Mariano Rajoy ofreció a María Dolores de Cospedal integrarse en su Gobierno como vicepresidenta.
Añade que:
Porque fue Cospedal, con su nueva imagen de renovación y modernidad, con el empuje de los aires regeneradores que llevó a Génova, quien cambió el rumbo del PP para llevarlo a conquistar, sólo tres años después, el mayor poder que jamás tuvo en su historia: ganó en 37 de las 52 capitales españolas, en casi 9 de cada diez municipios, en 13 comunidades autónomas… Y, como colofón, colocó a Mariano Rajoy al frente del Gobierno con el respaldo de una impresionante mayoría absoluta.
Y concluye que:
Ni punto de comparación, desde luego, con lo ocurrido en otras comunidades como Navarra (3,91), Canarias (18,59), Asturias (21,58), Comunidad Valenciana (26,25), Aragón (27,5) o Baleares (28,15), donde la desmedida caída de resultados señalan, además del calvario que el PP recorre con su cruz gubernamental a cuestas, problemas más de fondo.