Este 12 de junio de 2015, escribe Marcos Paradinas en El Plural una columna titulada ‘Paracaidismo institucional’ en la que arranca diciendo:
Este martes tuvo lugar un evento extraordinario. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se detuvo un instante a departir con los periodistas que hacían guardia en Bruselas, como parte de la nueva política de comunicación chiripitifláutica que se ha decidido a estrenar tras la debacle electoral del 24M.
Añade que:
Sin embargo, según Rajoy, lo que de verdad es una amenaza para la «estabilidad, seguridad, y certidumbre» y la recuperación económica de los de siempre es que el PSOE ande por media España pactando «con radicales de izquierda». Este mensaje sí se lo tiene bien aprendido, porque él y su Gobierno ya llevan unos días practicándolo. Como el que aprovecha para subir a pie las escaleras del Metro, Rajoy y sus ministros no dejan pasar una oportunidad para hacer partidismo, incluso en momentos institucionales de gran envergadura.
Y concluye que:
No seré yo quien diga que semejantes actitudes pueden «romper el sistema democrático y occidental tal y como lo conocemos», sean un «ataque a símbolos que nos representan a todos», o sean la causa de la humillación de Edurne en Eurovisión. Pero desde luego que dicen muy poco de cómo entiende el PP la democracia.