Este 16 de junio de 2015, escribe Ramón Pérez-Maura en ABC una columna titulada ‘La policía americana no es racista’ en la que arranca diciendo:
Vemos con cansina frecuencia casos de policías locales en Estados Unidos en los que se hace un uso abusivo de la fuerza. Sólo llegamos a conocer los que acaban en muerte. Y generalemente de un ciudadano de color a manos de la policías blancos. La realidad es que no hay estadísticas federales de abusos policiales que no hayan acabado con la muerte de la víctima.
Añade que:
Ya en el cuartel de la Policía de Indio, donde se la mantiene aislada de sus amigos, se le hace un interrogatorio reiterado sobre los datos que aparecen en el carnet a ver si se equivoca con alguno. No sucede. Le acusan de beber sin tener más de 16 años y ella pregunta si ese es el despliegue que hace la Policía para arrestar a niñas de 16 años.
Y concluye que:
La Policía norteamericana no es racista, simplemente es injustificadamente violenta como se demuestra en este caso de una niña de piel blanco purísima. Si hubiéramos estado en la Presidencia de Bush y ella fuera hija de Zapatero, ardería la red.