Este 24 de junio de 2015, escribe Marcos Paradinas en El Plural una columna titulada ‘Alcaldes en Metro’ en la que arranca diciendo:
A falta de pactar si tiene que ser «sensato», «valiente» o supercalifragilisticoexpialidoso, parece que todos los líderes de la oposición están de acuerdo en que lo que necesita España es cambio. Una idea que en las pasadas elecciones refrendó el 73% de los votantes, que no optó por lo que ya había, y que al parecer sigue produciendo urticaria en Mariano Rajoy, el hombre que quiere que todo siga igual.
Añade que:
Es significativo que con la constitución del nuevo Ayuntamiento de Madrid viéramos llegar a Manuela Carmena en Metro, mientras que su antecesora, Ana Botella, ya despojada de todo cargo, se marchó por la puerta de atrás pero en coche oficial, como cuando iba a la peluquería. O que se haya cedido el palco municipal del Teatro Real a la institución para que pueda ganar ese dinero extra que tanto necesita, pero también porque a la alcaldesa, amante de la ópera, le vale con seguir acudiendo con sus amigas al gallinero como ha hecho siempre.
Y concluye que:
Se equivoca Rajoy si cree que la salvación está en «ocupar todos los espacios» y salir mucho y muy guapos en las televisiones. Los ciudadanos no quieren escuchar, quieren ser escuchados, comprendidos y recibir empatía. Y, la verdad, se torna algo incómodo cuando tu interlocutor está detrás de un plasma o de un cristal tintado.