El diario El País publica este 25 de junio de 2015 un editorial titulado ‘Respuesta errónea’ en el que arranca diciendo:
Es posible que el presidente del Gobierno aborde un día de estos algún cambio o reajuste en su equipo ministerial. Entra dentro de sus competencias llevarlo a cabo cuando quiera o no hacerlo nunca, como recuerdan machaconamente sus colaboradores a falta de mejor argumento que el puramente formal para explicar las dudas y titubeos de las últimas semanas.
Añade que:
Si el jefe del Gobierno lleva a cabo ahora un reajuste ministerial, de ninguna manera puede limitarse a sustituir a un ministro que solicita el cambio por motivos personales. Sería completamente irreal imaginarse que la ciudadanía va a aceptar ese tipo de relevo como la respuesta adecuada a un tiempo político nuevo.
Y concluye que:
Sin embargo, la serie de vaivenes a la que hemos asistido a cuenta de la crisis de Gobierno —y los que ayer mismo se produjeron sobre la devolución a los funcionarios de la paga que perdieron en 2012—, evidencian no tanto un problema de comunicación como de fuerte nerviosismo, de coordinación y de autoridad política en el conjunto constituido por el Gobierno y la organización del Partido Popular, que Rajoy se ha declarado dispuesto a dirigir a la vez.