Este 29 de junio de 2015, escribe Juan Ramón Rallo en Libertad Digital una columna titulada ‘El fin de semana en que Syriza suicidó a Grecia’ en la que arranca diciendo:
Apenas medio año después de llegar al poder, Syriza ya ha abocado a Grecia a un corralito. Lo ha logrado especialmente en las últimas 48 horas, cuando Tsipras decidió levantarse de la mesa de negociaciones y convocar unilateralmente un referéndum aconsejando a los griegos que rechacen el acuerdo con la Troika.
Añade que:
No, Syriza acaba de suicidar a Grecia para poder seguir gastando aquello que no tienen (televisión pública griega o gasto militar desbocado incluidos): rotas las negociaciones, finiquitada la financiación extraordinaria del BCE, a corto plazo sólo queda el corralito. A medio plazo, la salida del euro y el regreso a la dracma para poder imprimir moneda a placer del político castuzo de turno: es decir, el robo indisimulado a su población depreciando el valor internacional de su patrimonio.
Y concluye que:
Los políticos griegos nos han dado importantes lecciones de qué camino no debemos seguir, como en 2001 ya nos las dieron los argentinos. No terminemos de convertir a España en Grecia, por mucho que la casta de Nueva Democracia y el Pasok sea un calco de PP y de PSOE y por mucho que la neocasta de Syriza sea la hermana gemela de Podemos.