La Marea de Pérez Henares

Grecia paga caro el delirio de Syriza

Si debes mucho, no puedes pagar y tienes que pedir aun más, y ,encima, chuleas, mientes ,trampeas y amenazas al final nadie te fía, te piden de aval hasta la hijuela y lo acabas pagando más caro que nadie.

Pues eso, tan sencillo, ha sido lo de Grecia, por mucha candela ideológica que se quiera arrimar. Es lo que le pasa a una persona, a una empresa y le ha pasado a un pais. Es de puro sentido común.

Escarnecer a quien es el único que te puede ayudar -terroristas y fascistas- como aperitivo y hacerle el referéndum sentimental de NO te voy a pagar son la peor fórmula de negociar posible. Pero además era imposible pretender que los ciudadanos de esos 18 estados se tragaran volver a dar dinero, que de sus bolsillos sale, sin mas. Por mucho que le llamen solidaridad.

En eso están ahora sus escaldados gemelos patrios, el Mesias podemita y sus apóstoles de designación directa, que no saben como digerir lo que en lo íntimo perciben como la “gran traición· del compañero Tsypras aunque ahora lo quieran vende como gran mártir aplastado por la pérfida iniquidad de esa Europa, terrorista financiera, totalitaria y opresora entera, esos indecentes que no comprenden que tenían, como mínima expiación de sus múltiples y ancestrales pecados originales y presentes, teníamos todos en realidad, que pagar sin más y sin rechistar.

Pero cada vez es mas difícil por mucho que se ponga a cientos y hasta miles de tuiteros voluntarios de la causa y ayudados por 25 robots a tuitear y retuitear hasta hacer que eso parezca opinión general ( técnica que dominan y de uso continuo y habitual tanto para lanzar consignas como para destruir a quien les critica). Porque lo cierto es que lo sucedido ha dejado a los enfervorizados Podemitas Eclesiasles en Cueros Griegos. Porque el sentido común de las gentes de a pie dice que no es ningún buen negocio pasar de español a griego aunque Pablo Iglesias les ofrezca el paraíso terrenal. Que lo que su hermano ideológico ha hecho en cinco meses a la vista está. Mal estaban si, pero algo de luz empezaban a ver y en un verbo, en la moto de Varufakis vamos, los han dejado reventados, el motor gripado, el radiador ardiendo, de chapa y pintura ya ni hablar y con el fuel peor que a cero, porque no solo no queda ni gota, sino que debes hasta de callar y no hay lugar donde puedas repostar, y menos mal que no ha llegado, que a punto a estado, el siniestro total y desguace final.

Pues eso, tan sencillo, ha sido lo de Grecia, por mucha candela ideológica que se quiera arrimar y por mucho agitprop tuitero y televisivo con que lo quieras camuflar.


PD. Tras su fulgurante éxito y ya liberado de la carga de hundir a Grecia en tiempo de record, Varufakis ha dejado su ático ateniense y se ha ido a descansar, entre entrevista y entrevista, a su lujosa mansión marítima del golfo de Tesalónica. El no tiene problemas de liquidez. Es rico por su casa. Nuestro Pablo Iglesias por su lado vuelve a las cosas del hogar y amen del enemigo exterior, de toda la vida de Dios, señala a Izquierda Unida como el enemigo peor, “chantajistas”, “pitufos”, porque no se dejan devorar sin más. Eso mientras avanza en su deriva de Caudillo para imponer su lista dedocrática nacional.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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