Editorial de 'ABC'

Al PSOE se le calienta la boca cuando habla de la Iglesia y no repara en los límites constitucionales

Al PSOE se le calienta la boca cuando habla de la Iglesia y no repara en los límites constitucionales
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Titula ‘ABC’ este 21 de octubre de 2015 su editorial «Pedro Sánchez contra el PSOE» y analiza las recientes ocurrencias del líder socialista y su reflejo en las encuestas sobre intención de voto.

Arranca ‘ABC‘ subrayando que la receta que ha encontrado Pedro Sánchez para ganar votos por la izquierda es tan vieja como el PSOE mismo: utilizar a la Iglesia Católica como reclamo visceral.

Sigue:

Los socialistas están obsesionados por erradicar de la sociedad la presencia del catolicismo, fruto de unos prejuicios históricos que, por no haberlos superado con la democracia, se han convertido en traumáticos para el PSOE. Sánchez usa programas de segunda mano y vuelve a confundir la aconfesionalidad del Estado, garantizada por la Constitución en su artículo 16.3, con el laicismo anticlerical.

Añade:

Lo que tiene que explicar bien a sus votantes es por qué siempre que se acercan unas elecciones generales los engaña con lo mismo, derogar los Acuerdos con la Santa Sede, y nunca lo cumple.

Continua:

El secretario general de los socialistas anuncia que la asignatura de Religión desaparecerá del currículum escolar en la enseñanza pública, lo que, en efecto, vulnera el tratado internacional con el Vaticano. Pero pretender condicionar esa asignatura en las escuelas privadas y concertadas sería una vulneración de la Constitución.

Puntualiza:

Al PSOE se le calienta la boca cuando habla de la Iglesia y no repara en los límites constitucionales porque se olvida de los derechos de los ciudadanos. Son las familias, no el Vaticano, ni la curia, las que tienen derecho a que sus hijos reciban educación religiosa en colegios públicos y concertados, sin que el hecho de que el Estado los financie conceda al Gobierno un derecho de intromisión. El acuerdo con la Santa Sede ya prevé que la asignatura de Religión sea voluntaria. No se impone a ningún alumno, y nadie está obligado a impartirla.

Y concluye:

Los socialistas sacan su veta totalitaria al querer imponer desde la escuela un modelo «correcto» de ciudadanía que incluye la adhesión al ideario progre y de género de la izquierda. La Iglesia no representa en España ningún problema para el desarrollo de los derechos individuales. El problema es el sectarismo anticlerical del PSOE.

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