Carlos Carnicero

Artur Mas necesita ayuda para defenderse.

Artur Mas necesita ayuda para defenderse.
Carlos Carnicero. PD

Excelente foto en La Vanguardia. El president en funciones de la Generalitat, Artur Mas, trabajando en su discurso de no investidura, en una mesa enorme, eso sí, en la cabecera, aunque no le sea cómodo para manejar los papeles, en la inmensidad del saló Verge de Monserrat del Palau de la Generalitat.

Una gigantesca soledad de quien ha destruido su carrera política, a su partido, CDC, y ha puesto a su amado país, Cataluña, al borde del abismo y en el ridículo internacional.

  Es un juguete roto que lo ha podido tener todo. Convergencia Democrática de Cataluña, que representó la hegemonía política del catalanismo y ocupó el govern de la Generalitat durante veintitrés años consecutivos, puede ser un fuerza residual después de las próximas elecciones autonómicas, que Artur Mas, como president en funciones, no tendrá más remedio que convocar.

La soledad de Mas en la foto de la Vanguardia, refleja la debilidad del proceso secesionista. Hasta ahora ha sido puro «postureo»; irresponsable, pero inútil. Salvo que Cataluña lleva tres años sin que nadie la gobierne. Un referéndum que terminó siendo de juguete para convocar elecciones diluyendo su candidatura y a su partido en una sopa de letras. Y perdió su apuesta aunque como trilero haya intentando equivocar mayoría de escaños con mayoría de votos.

Resulta casi imposible que la CUP permita la investidura de Mas. El mayor gesto de dominación de esta extraña organización antisistema que ha contaminado el glamour conservador de CDC, es proponer otro candidato de CDC en lugar de Mas. Una sesión de auténtico sadismo con el patético Artur Mas. Lo van a azotar en el pleno del Parlament. Lo van a dejar en calzoncillos.

Luego, siguiendo la lógica de los acontecimientos, inhabilitación del president del Parlament y convocatoria de elecciones anticipadas. En medio, la fotografía de los votos obtenidos por CDC en las elecciones del 20-D y el presumible sorpasso de ERC. ¿Para qué elegir un sucedáneo en lugar de un partido republicano para la república catalana? La broma de Artur Mas le va a salir muy cara a Cataluña. En términos económicos, en términos sociales de una Cataluña dividida por dos y en términos históricos.

A Artur Mas, como al clan de los Pujol, siempre les quedará la corrupción y los procesos judiciales pendientes, como una lenta apisonadora que aplastará el lodo de los delitos del nacionalismo catalán que querían tanto a su Patria como para confundirla con ellos mismo y quedarse con el dinero que España no había conseguido robar a los catalanes, en su versión. Demasiado para estos tiempos.

Me sale la veta bondadosa. Me produce ternura tanta desolación, hasta el punto que siento la enorme necesidad de hacer algo para salvar a Artur Mas de sí mismo.

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