Un día más Cataluña vuelve a sepultar la actualidad política en todos los medios españoles.
Hasta el Rey se ha puesto a la cabeza de una situación que cada vez parece más tensa y sin salida…
Eso sí, algo podría estar cambiando porque tal como recoge este 11 de noviembre de 2015 Vicente Vallés en La Mirada Crítica:
«Sorprende la frialdad con la que se están desarrollando las cosas, si algo han querido demostrar los independentistas en estos últimos años ha sido su gusto por movilizar con entusiasmo a la gente en las calles en los momentos clave. Y con gran éxito».
«Pero esta vez apenas había gente a las puertas del parlamento catalán. Incluso varios consejeros de Artur Mas ni siquiera aplaudieron. Frialdad. Quizá se deba a que algunos tienen dudas sobre el procés».
Pero Mas ha caído en el mesianismo. Sólo falta saber si su partido se dejará arrastrar por su líder, y si su líder se enrocará en su ambición hasta el punto de ser él quien, en realidad, provoque un frenazo en el proceso.
Cabe preguntarse cuántas votaciones de investidura perdidas está dispuesto a soportar Artur Mas; hasta dónde llega su umbral de dolor político-personal, su capacidad para soportar la humillación a la que le somete la CUP. Y cuánto esperarán sus colaboradores antes de atreverse a decirle a su jefe que está desnudo, como el rey del famoso cuento.
En apenas 24 horas hemos asistido a la unidad independentista un día, y al choque de las dos fuerzas soberanistas al siguiente. Y si nada cambia, volverá a ocurrir el jueves en la segunda votación. El Gobierno trata de sacar ventaja de ese calendario. El consejo de ministros no se ha reunido el martes, como estaba previsto.
De esa manera no le ha quitado protagonismo ni titulares a la primera derrota de Artur Mas. El miércoles no hay votación, y entonces el consejo de ministros asume todo el protagonismo, junto con el Tribunal Constitucional. Y el jueves, si Artur Mas se empeña, volverá a ocupar las portadas con una nueva derrota en el caso de que, como parece, tampoco supere la segunda votación.
Se irá aclarando poco a poco si, como dice Artur Mas, el procés encalla porque no hay investidura; o si quien encalla es Artur Mas, pero sobrevive el procés; o si encallan juntos el procés y el president…
