Siento de verdad no encontrar un tuit de colgado por alguien el la red porque me hubiera gustado decir su nombre y sus palabra exactas.
La foto era la de un yihadista que tenía a sus pies cinco cabezas recién degolladas, tan solo las cabezas. El autor del tuit, si no recuerdo mal, ironizaba con tristeza en un pequeño texto que venía a decir algo así como «vamos a ofrecerle un plan de dialogo para la paz».
La foto está colgada en Internet junto a otras cientos de videos y fotos igual de tremendos; basta con teclear en el buscador «degollados por el IS».
No se la recomiendo a nadie; no es fácil pasar de las primeras imágenes. Es sencillamente brutal. Me pasa lo mismo que con las fotos del holocausto nazi, no puedo aguantarlas, es superior a mí.
Y París aun temblando de dolor pero con un cartel que se repite en los altares improvisados donde cayeron las víctimas: «no tenemos miedo» y la Marsellesa que -si no lo era ya- se ha convertido definitivamente en el himno de la libertad y de la dignidad del mundo libre.
Pues bien, la formación Podemos de Pablo Iglesias ha decidido no sumarse al pacto antiyihadista que seguramente firmarán todos los partidos coherentes suscrito por PP y PSOE y al que se ha sumado ya Ciudadanos. Porque ha dicho Podemos que, no se siente «identificado con sus valores».
No es fácil entender la actitud de Pablo Iglesias al desmarcarse de un acuerdo cuyo único valor es la defensa de la libertad frente al terrorismo islámico.
Si el problema es el castigo con la «máxima pena» -que entonces no era la actual «revisable»- el propio secretario general del PSOE ha afirmado que eso no afecta al espíritu del acuerdo. Y es verdad.
La prisión permanente revisable es un problema en sí mismo y está elevada al TC por posible inconstitucionalidad. Posiblemente haya algún partido más que se desconecte porque, desgraciadamente, ante unas elecciones generales coincidir con el resto -aunque el resto sea PP y PSOE- sólo creen que acarrea disgustos y te «marca».
Pues el caso de Podemos es complicado: condenan la masacre de París, como no podía ser de otra manera, pero les sale, más que el buenismo, ese afán de señalarse, de protagonizarlo todo aunque sea llevando la contraria a un sentimiento general y ya se sabe que se puede ser novio en la boda pero no conviene ser el muerto en el entierro. Nunca se puede estar en contra todo.
Aquí no hay más valores que la barbarie del IS y cuanto más veo las fotos de lo que hacen, lo videos que editan, lo que ordenan en la ciudades que ocupan, más y más me reafirmo en que convocar a estas alturas un «consejo de la paz» como pìde Podemos resulta aun más absurdo que lo que fue en su día hablar del diálogo de civilizaciones.
Hay cosas que no se pueden hacer y hay ideologías que nunca serán respetables. A la mesa del consejo de la paz que propone Pablo Iglesias, llegarían unos cuantos con las manos aún manchadas de sangre inocente. Se siente, pero por ahí no pasamos la mayoría.