Santiago López Castillo

Pedro I el Cruel

Pedro I el Cruel
Santiago López Castillo. PD

Por el PSOE han pasado personajes renombrados como Felipe, Alfonso y José Luís, éste de infausto recuerdo. Pero de nombre bautismal Pedro, ninguno que yo recuerde. No sé si es rizar el rizo llamándole Pedro I el Cruel, en rememoración de su homónimo el Rey de Castilla, también llamado el Justiciero. Considero al actual secretario general como un ser en extremo egocéntrico, vanidoso, que es capaz de aliarse con el diablo con tal de alcanzar el poder. Es la clave para formar un gobierno de izquierdas, qué digo de izquierdas, de ultra izquierda. ¿Se lo va a pensar?

Se hacen quinielas a cuál más morbosa. ¿Pactar con los bolivarianos que aceptan a los terroristas entre otras lindezas? Como si se operan. Lo suyo es el besuqueo, el mamoneo, el abrazo del peloteo, los tiralevitas al loor y calor de los flashes, que ya queda poco para llegar a la Moncloa.

– ¿Y por eso le llama usted Pedro el Cruel?
Pedrito llegó a Ferraz dando mandobles y pasando a cuchillo a los díscolos del empezanPartido Socialista de Madrid, incluido Carmona, ay Carmela. Lo hizo a imagen y semejanza de su tocayo el Rey de Castilla, que se cargó a su hermano Don Fadrique, al infante Juan de Aragón y mandó traer a Burgos las cabezas de seis caballeros, seis, a los que había condenado a muerte.

¿Y…?
Que las recomendaciones de Susana Díaz, Felipe y Maroto, el de la moto, no servirán de nada porque Sánchez anhela el boato, y eso que va con los humildes; verse en Bruselas, mis respetos a Merkel y una leche, meneársela a Obama, fotografiado junto a los jefe de Estado y de Gobierno, nunca me vi en otra, como ZP con su esposa y sus góticas, tinta china que en el arca se vende. A este ser maléfico, le trae al fresco la destrucción de España, la independencia de Cataluña y los Países Valencianos. Siempre con el Estado federal, qué perra, que deja menos independencia que las autonomías, y si no que se lo digan a los landers alemanes y, por tanto, máxima primera, derogar la Constitución.

Me dan pena mis conciudadanos. Que tienen obturados los oídos, ven a las terelus, chachas horteras, se hacen pajas con los vázquez, según el sexo, corazón, corazón, se pirrian por Star Wars, que en mis tiempos mozos era el Mecong de los Viganes, y creen que el Coleta es nuestro señor, y dador de vida. No caen en la cuenta de lo que se nos avecina de seguir las cosas así: mansedumbre, tiranía, esclavitud y pobreza. Pero como dice el refrán: ríase la gente que yo voy caliente. Los mocos cambian muy pronto de nariz.

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