Laureano Benítez Grande-Caballero

Podemos’s Eleven Once

Podemos, los medios de comunicación que lo apoyaron, y algunas de las más importantes entidades que conspiran por el Nuevo Orden Mundial tienen al número 11 en su código oculto

Podemos’s Eleven Once
Laureano Benítez Grande-Caballero. PD

Que Podemos eligiera para su fundación como partido político la funesta fecha del 11 de marzo es un hecho extraño, pero insuficiente por sí solo para afirmar que hay que incluir al partido podemita dentro de la conspiración globalista-ocultista asociada al número 11, que «firmaba» con esta cifra los eventos que ejecutaba para promover el Nuevo Orden Mundial -como explicábamos en el artículo anterior de esta serie, titulado «¿Qué mano mece la cuna de Podemos.

Pero la elección de esa fecha nefasta no es el único hecho misterioso ligado al número 11 que encontramos en la numerología asociada a Podemos. Hay bastantes más «coincidencias», más «casualidades».

La primera intencionalidad de una institución hay que buscarla en la significación de su nombre. Generalmente, se cree que el nombre de Podemos está tomado del eslogan «Yes we can» que utilizó profusamente Obama en su campaña presidencial de 2008, pero la frase que realmente la definió no era ésa, sino «Change we can believe in» («El cambio en el que podemos creer») -de todas maneras, eso del cambio suena también muy podemita-. Junto a esto, en ese mismo año Citygroup -el mayor banco del mundo, que también conspira por el Nuevo Orden Mundial- registró la marca «Juntos Podemos». Pero surge una duda razonable: ¿cómo explicar que un movimiento anticapitalista y antiimperialista plagie una consigna política del imperio del Tío Sam?

Podemos es también una marca asociada a «La Roja», la selección española de fútbol, marca registrada por «La Cuatro» cuando en 2008 esta cadena retransmitió la Eurocopa de fútbol. Pero de aquí no salió el nombre del partido antisistema, ya que, al ser Podemos una marca legalmente registrada, el partido político no puede utilizarla para su «merchandising. Entonces, ¿por qué eligieron ese nombre, sabiendo que tendrían dificultades para comercializarlo?

Claro está que no podía faltar el toque caribeño, pues el nombre de Podemos fue patentado como acrónimo por el partido político venezolano «Por la Democracia Social», aunque no es probable que los podemitas españoles lo imitaran, ya que el Podemos venezolano rompió con Chávez en 2008, y ya se sabe la admiración chavista de Pablo Iglesias y sus adláteres.

Como vemos, ninguna de estas teorías sobre la genealogía del nombre de Podemos es totalmente convincente. Entonces, ¿por qué lo eligieron? Sea cual sea su procedencia, ésta no altera un hecho desconcertante: si atribuimos a cada letra de «Podemos» el valor que le adjudica la gematría, el resultado da… ¡33! Es decir, 11×3.Ya estamos otra vez con el dichoso número 11.
¿Qué significado encierra el número 33? Para empezar, es un número «maestro», es decir, un número de especial poder y relevancia -al igual que el 11 y el 22, pero el 33 es el número supremo-.

Debido a su tremendo poder, es el número más utilizado por las sociedades secretas para sus obras arquitectónicas y artísticas, para sus emblemas y logotipos. Su uso más frecuente por el ocultismo consiste en utilizarle para representar la muerte (tres), y la resurrección (tres) del neófito, cuya culminación en la masonería del Rito Escocés es el grado 33, figurado por un águila bicéfala coronada con un triángulo equilátero, en cuyo interior se encuentra el 33. También es un símbolo muy usado en la masonería «la estrella flamígera» -una estrella de cinco puntas- con un número 33 inscrito en su centro.

Pero el mayor arcano de este número es que muchos acontecimientos importantes de la historia se han producido alrededor del paralelo 33 Norte. Citaremos algunos ejemplos: la mayoría de los países de la llamada «primavera árabe» están en este paralelo, destacando la situación de Bagdad (33° 33′) -Babilonia es la cuna de todos los cultos mistéricos presentes en las sociedades ocultas-; la primera prueba de la bomba atómica tuvo lugar en el desierto de Nevada, en este paralelo, al igual que las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, cuya destrucción por la bomba atómica fue autorizada por Harry Truman, masón de grado 33, y que fue el 33 presidente de los Estados Unidos; la Guerra civil americana comenzó en Charleston -ciudad conocida como la «Madre Logia del Mundo» -, ubicada también en este paralelo, en el que asimismo sucedió el supuesto incidente de la nave alienígena de Roswell (1947); según las profecías, la gran batalla del fin de los tiempos tendrá lugar en la llanura de Megiddo, ubicada en el paralelo 33.

¿Es casual que Podemos dé 33 según la gematría? Es dudoso afirmarlo, si se tiene en cuenta que hay más «coincidencias» extrañas: la palabra «Tuerka», nombre del programa televisivo que presenta Pablo Iglesias, tiene un valor numérico de 22 (2×11), siendo de resaltar que, de tener una «c» en lugar de la «k», no daría ese resultado, lo cual hace pensar en un cambio intencionado; el programa se emite a las 22 horas (2×11), y se transmitía por «Tele K» (letra 11 del abecedario). También llegó a emitirse por… ¡el Canal 33! El mismo nombre de Pablo Manuel tiene 11 letras, y la gematría de Iglesias da 33.

Saliendo de Podemos, y entrando en el ámbito de los medios de comunicación que lo han apoyado escandalosamente, tenemos que las letras del diario «Público» -fundado por el magnate Jaume Roures, principal mecenas de los podemitas, y en cuya TV se transmite actualmente «La Tuerka»- suman 33. Luego pasó a llamarse «La Marea», cuyas letras dan 24 (2+4)=6. Este número hay que añadirlo al que figura en su cadena «La Sexta». Mediaproducción, la empresa mediática fundada por Roures, da 77 (11×7), y Globomedia, otra empresa del ramo favorecedora de Podemos, da 47 (4+7=11). Roures es dueño del 33% de las acciones de Mediapro.

Si nos remontamos a poderosas entidades financieras y fundaciones globalistas que complotan por el Nuevo Orden Mundial, vemos que la principal de ellas, la Open Society de George Soros, da 56 (5+6=11) si sumamos el valor de sus letras, exactamente lo mismo que Morgan Chase, el banco de Rockefeller, cuyo nombre tiene justamente 11 letras. Citigroup da 55, y otro de los gigantes de la banca globalista, Goldman Sachs -que pertenece a la poderosa dinastía Rothschild-, 44. Bilderberg da… 55.

Estas asombrosas coincidencias sobre el número 11 asociado a Podemos, ¿son meras casualidades? ¿Son acaso simples «guiños del destino?». Aunque fuera una cifra inocua desprovista de simbolismo negativo, tantas y tan abrumadoras concurrencias del 11 en torno a los podemitas permiten sospechar que estamos ante un fenómeno inquietante y enigmático, completamente infrecuente, que exige una explicación.

No pretendemos afirmar categóricamente nada en concreto sobre la verdadera naturaleza de Podemos, ni llegar a conclusión alguna. Nos limitamos a exponer los hechos, los datos innegables, a proporcionar pistas para que cada cual saque sus propias conclusiones.

Pero las casualidades del número 11 son sólo una parte del misterio en torno a Podemos, ya que también la simbología que utiliza en sus logotipos encubre desconcertantes enigmas…

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