Carlos Taboada

Cuatro caras, cuatro traiciones a los votantes socialistas de Lugo, Castellón, Baleares y Santander

Cuatro caras, cuatro traiciones a los votantes socialistas de Lugo, Castellón, Baleares y Santander
Carlos Taboada. PD

Los senadores del PSOE Ricardo Varela (elegido por Lugo), Miguel Ángel González Vega (Cantabria) Francesc Antich (Baleares) y Josep Lluís Grau (Castellón) son las marionetas cedidas a Democracia y Libertad (DyL) – transmutación de Convergencia de Pujol & Mas-, y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ambos al frente del proceso de independencia iniciado por la Generalitat que gobiernan.
Varela, González Vega, Antich y Grau justifican su complicidad con los separatistas catalanes al tratarse de un gesto de «cortesía parlamentaria y favorecer el dialogo».

Pero los gallegos de Lugo, los valencianos de Castellón, los baleares de Mallorca o Menorca y los cántabros de Santander tienen que saber que su voto al PSOE sirve que para que se escuchen los partidos sediciosos en el Senado. Veremos qué pasa esta semana, todavía, en el Congreso con las marcas blancas de Podemos para que, al final, logren su grupo parlamentario combinado con el Mixto o cualquier otra salida in extremis.
Estos son los peones de Pedro Sánchez para contentar a quienes defienden la independencia de Cataluña.

Baleares y Valencia al servicio de Catalunya
Francesc Antich y Josep Lluís Grau son dos fieles escuderos del quién manda en Ferraz. El primero en las Islas Baleares y el segundo en el País Valenciano. Justo las dos autonomías que forman los Países Catalanes que rechazan los ciudadanos baleares y valencianos.

Francesc Antich apoyó la candidatura de José Luis Rodríguez Zapatero en el congreso del PSOE en julio de 2000. Nació en Caracas (Venezuela), ciudad a la cual habían emigrado sus padres. Licenciado en Derecho, durante su infancia regresó al pueblo originario de sus padres, Algaida (Mallorca), del que fue alcalde entre 1991 y 1997. Llegó a ser presidente de Baleares (2007-11) con Unió Mallorquina, Bloc per Mallorca y Eivissa pel Canvi y cuando perdió pasó a ser senador hasta hoy. Está acostumbrado a las componendas.

Josep Lluís Grau es una pieza de Ferraz utilizada en los últimos tiempos. Ocupó el escaño de Ximo Puig en el Congreso tres meses en 2015. Su carrera política la ha desarrollado en el Ayuntamiento de Castellón. A los valencianos les disgustará saber que su voto sirve para alentar el juego de la anexión catalana del País Valenciano.

Galicia y Cantabria al servicio independentista
El lucense Ricardo Varela y el cántabro Miguel Ángel González Vega reconocen su condición de gregarios de la política al prestarse al juego. Los socialistas gallegos y cántabros nunca hubieran pensado que su voto serviría para generar la división entre españoles. Formarán parte del grupo de los herederos de Pujol & Mas.

Ricardo Varela es un gerifalte socialista en Lugo. Fue consejero de Trabajo con el gobierno bipartito de Emilio Pérez Touriño con el Bloque Galego y desde el 2011 es senador por Lugo. No sabe que responder cuando se le pregunta que los senadores, con los que va a compartir grupo parlamentario, lo primero que van a hacer es proponer el derecho de autodeterminación de Cataluña y, lo segundo, disolver el Senado. Como buen gallego lo único que contesta es que lo ve «improbable».

Miguel Ángel González de la Vega, senador socialista cántabro, es un político profesional cuya mayor credencial es haber sido alcalde 20 años de Val de San Vicente, una villa de 2.670 habitantes, en la frontera con Asturias. Senador en la anterior legislatura, comodín en esta para dar la voz a sucesores de Pujol y Mas.

Nota técnica.- En derecho romano se llamaba commodatum al contrato por el cual una parte presta a otra gratuitamente una cosa a otra para que haga uso de ella por cierto tiempo con obligación de devolverla. Dicho contrato mantiene sus propias características en el Código Civil con el nombre de comodato (art 1743). Y técnicamente es lo que va a suceder en el Senado.

Algunos especialistas como Manuel Conthe, incluso, han llegado a calificar esta maniobra como delito contra la Hacienda pública al propiciar al comodatario, fraudulentamente, mayores subvenciones.

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