La Marea de Pérez Henares

PESTILENCIA

Puedo estar en las antípodas de estos viejos extremismos frentistas reverdecidos y no compartir ni fondos ni formas con estos redentores “podemitas”, pero nada en ellos me causa la repulsión y la rabia de estas “collas” de ladrones, de esta corrupción que nos saquea, que es el primer cáncer de España, su peor enfermedad y ellos quienes la envilecen, la degradan y la destruyen.

Ayer asistimos a un nuevo episodio y, por fortuna, a la detención y conducción por la policía, en este caso la Guardia Civil, de una de estas cofradías de criminales emboscados en cargos y siglas. Ayer, una vez más, las del PP, que aunque no sean las únicas, si se reiteran hasta haber abierto tal vía de agua a ese partido que tiene naufragado el barco y ni siquiera lo reflotan los éxitos, que yo no les niego, en haber evitado el derrumbe y la ruina económica de nuestro país y haber comenzado a remontar desde un abismo de recesión y paro.

Es la corrupción, lo reconozco el delito que más me descompone y encorajina y tan solo por encima suyo, en repugnancia, coloco a la violación, al asesinato, a la pederastia –estremecedor el ultimo caso de la niña arrojada por la ventana- y a los terroristas y sus cómplices sin hacer tampoco entre estos distingos por motivaciones, que es lo mismo que fueran los de ETA quienes te pegaran un tiro en la nunca o que sean los islamistas quienes de destrocen con una bomba. De la misma forma tampoco hago distingos entre los colores de la corrupción, ya que solo tiene el apestoso de la mierda, aunque muchos si los baremen por ellos y en vez de combatirla y extirparla al unísono haya sido utilizada como arma arrojadiza considerando la del rival siempre mortal y teniendo disculpa para la propia.

Quisiera, pues siento que sobran palabras y faltan hechos, hacer simplemente unas sencillas consideraciones, a bote pronto, a vuela pluma y a flor de sentimiento. La primera que me vino a la cabeza al llegar la noticia de la trama valenciana fue: ¡Y encima se preguntan el porque de la pujanza de los extremistas y de los antisistemas!. Son ellos y de manera clamorosa, los responsables, la yesca y la gasolina de ese incendio, son sus robos, sus saqueos. ¡Sois vosotros los culpables!.

La segunda es más reconfortante. ¡No vais a quedar impunes!. Se acabó, se ha acabado y está cayendo el peso de la ley y el castigo penal y social sobre todos. Da igual poder, estatus y escondrijos. Las cárceles se van llenado y más que habrán de llenarse según vayan evacuando los casos los juzgados. Y sí, me alegro. Lo que me produciría impotencia es que lograran escapar y disfrutar del botín de sus delitos y latrocinios. Pero no van a lograrlo Están cayendo. Y confío en que sigan haciéndolo hasta el último y que tiemblen los culpables aún no descubiertos porque espero que el tumor acabe siendo extirpado y en todas sus ramificaciones y tejidos.
Y la tercera es más preocupada. Es la misma policía y es la misma justicia la que denuncia, detiene y juzga a unos y a otros. Y no puede ser tratada dependiendo del color de los investigados. No puede ser digna de aplauso cuando esa policía investiga a Gurtel, a los Eres, al clan Pujol y convertirse en “facha” cuando lo hace con la financiación iraní o venezolana. Es la ley, es la justicia, es la policía y es la misma. A lo mejor debiéramos aprenderlo y grabárnoslo los periodistas y no digo ya las enfebrecidas tropas de las trincheras tuiteras.

PD. El PP está obligado a la limpieza y a la regeneración. Ha de depurarse y purgar sus culpas. Es, quizás, momento de renuncias personales, aunque sean injustas, por el bien de España. Y por el suyo

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Lo más leído