Manuel del Rosal

La invasión de los hongos

La invasión de los hongos
Manuel del Rosal García. PD

«Los hongos son organismos oportunistas que acompañan al hombre desde que nace hasta que muere sin producirle enfermedades. Solo cuando su sistema inmunológico está débil se las produce. Algunos de ellos, además, son parásitos»

En la entrega de los premios ciudad de Barcelona una poetisa ha recitado un poema de ofensa a la religión católica y a los católicos. El poema es malo, sin gracia, hortera y obsceno, pero ¿qué otra cosa puede esperarse de esa gente?

Carlos Herrera se ha preguntado de donde vienen semejantes ejemplares de homínidos. Vienen de todos sitios, incluso de los más insospechados; lo que pasa es que durante los años en que esta sociedad ha mostrado cohesión y solidez; ellos, al igual que los hongos han permanecido dentro de la sociedad sin poder atacarla.

Nadie duda de que la sociedad española se va degradando día a día, su sistema inmunológico y su salud moral se han ido debilitando de tal forma que, como cualquier organismo – la sociedad es un organismo – ha mostrado debilidad.

Ante la debilidad mostrada los hongos la han aprovechado y España está invadida por ellos. Estamos a merced de esa nueva especie de hongos porque nuestra sociedad da muestras de debilidad, de poca fortaleza, de estupidez y de cobardía.

Esta nueva especie de hongos presentan la característica añadida de que son hongos parásitos, pues viven a costa del erario público sin dar un palo al agua salvo de vez en cuando inventar paridas mentales como la del padrenuestro recitado en ese acto ¿cultural? del ayuntamiento de Barcelona.

Hace unos días tuvimos otro ejemplo de parida mental en Madrid con los títeres carnavalescos contratados por los hongos del ayuntamiento. Antes las hemos tenido en Valencia, en Cádiz y en todos los municipios donde la plaga de hongos ha tomado asiento. Y, preparémonos: se acerca la Semana Santa.

Ada Colau – cuidado, Ada, no Hada – lo mismo contrata a una meona para marcar territorio en las calles de Barcelona, que a una poetisa que recita versos que ofenden a los ciudadanos católicos de esa ciudad.

Claro, los católicos no son ciudadanos de Barcelona para esta alcaldesa y su cohorte de hongos parásitos. Dicho esto, también debo decir que esta nueva política de festejos, ocurrencias, horteradas, tontunas y demás milongas barriobajeras son posibles porque los ciudadanos las han votado. Parece ser que a los ciudadanos de Barcelona, Madrid, Valencia, Cádiz y demás ciudades donde los hongos, aprovechando la debilidad y el fallo del sistema inmunológico de su sociedad, la han parasitado, les gustan las políticas de vodevil que nada aportan, a las políticas generadoras de empleo y oportunidades.

La malograda cantautora Cecilia cantaba en los 70 aquello de: Mi querida España/esta España viva/esta España muerta/¿Dónde están tus manos?/¿Dónde están tus ojos?/¿Dónde tu cabeza¿. Yo me pregunto: ¿Quo vadis España?

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