Enric González

«No creo que las incursiones con las tetas al aire de Rita Maestre deban ser delito»

"No creo que las incursiones con las tetas al aire de Rita Maestre deban ser delito"
Enric González. PD

Enric González, en El Mundo, critica que se haya exagerado la nota con el juicio a Rita Maestre. Condena su acción inmadura, pero entiende que tampoco había que haber llegado al extremo de haberla llevado ante un tribunal:

Hace años, en un periódico en el que trabajé, pusimos a prueba a un grupo de lectores. Les dimos a cada uno un periódico del día, recién fabricado, y un rotulador rojo, y les pedimos que leyeran. Cuando consideraran que habían leído lo suficiente de una pieza informativa, debían marcar en rojo la línea a la que habían llegado y pasar a la pieza siguiente. El resultado fue previsiblemente descorazonador. En la mayoría de los casos la lectura se limitaba a los titulares y al primer párrafo. Lo que menos éxito tenía era la política, en especial las declaraciones de los políticos.

Pienso a menudo en aquel experimento. Cada día, en realidad, cuando abro la pantalla o el artefacto de papel y topo con el prolijo capítulo cotidiano acerca de las presuntas negociaciones para formar gobierno. Me impongo la lectura porque en mi caso se trata de una obligación. Pero dudo que esas cosas las lea mucha gente. Políticos, periodistas, politólogos y gente que aprovecha lo que dicen los políticos para soltar risas o espumarajos en las redes sociales. ¿Alguien más? Lo dudo.

Dice que:

A mí me da igual que alguien salga diciendo que será vicepresidente de no sé qué futuro gobierno y que el futuro presidente debería sacarle más de paseo. Me dan igual las vaguedades, las próximas reuniones, las exhibiciones de talante y las falsas propuestas. Es puro vacío. Sé que hay que informar sobre tales asuntos y admiro por su paciencia a los reporteros que se encargan de ello. Pero no me interesan. Me interesará la formación de gobierno el día que haya algo concreto. Y ese día no será mañana.

Y remacha:

La verborrea política no es buena señal. Tampoco son buenas señales las que asoman tras el juicio a una señora llamada Rita Maestre. La juzgan por blasfemia, como hacen los tribunales islámicos. A mí me parece que la blasfemia y los asaltos a capillas católicas, aunque se encuentren en lugares tan poco apropiados como las universidades públicas, son de mal gusto. Igual que soltar un pedo. No creo que ni la blasfemia ni los pedos ni las incursiones en territorio consagrado con las tetas al aire deban tipificarse como delito. Como falta, quizá. Más importantes que el juicio son la inmadurez y la irresponsabilidad que demostró hace cuatro años, el día de autos, la actual portavoz del Ayuntamiento de Madrid. Y la inmadurez y la irresponsabilidad de quienes la jalean como heroína y de quienes la condenan como súcubo. Son señales inquietantes de que se acercan malos tiempos.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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