Gaspar Albertos

Cuidadín, cuidadín (C’s) (C’s)

Cuidadín, cuidadín (C's) (C's)
Gaspar Albertos. PD

A la vista del acuerdo que parece cerrado entre Ciudadanos y PSOE me reitero en que el partido de Albert Rivera le tiene más miedo a unas nuevas elecciones que a un nublado.

No entiendo que este apostando por un pacto con el PSOE que sabe que matemáticamente es imposible, a no ser que para neutralizar ese miedo a unas nuevas elecciones se quiera impregnar con ese acuerdo de una capa de crema anti solar que le preserve de las quemaduras que le pueden producir unos nuevos comicios.

Es decir, Albert quiere «vestir el muñequito» para que parezca que por él no ha sido, cuando lo que trata de ocultar es que el resultado electoral que obtuvo el pasado diciembre no sirve para conformar gobierno con nadie y teme que muchos de los votos obtenidos puedan volver al redil del Partido Popular.

No obstante, en 24 provincias en las que Ciudadanos no obtuvo ningún diputado, 570.000 votos del centro-derecha procedentes sin duda del PP se fueron por el sumidero sin ninguna rentabilidad política.

En una tesitura parecida anda Pedro Sánchez, ya que la opción que matemáticamente le puede llevar a la Moncloa se ve enturbiada por las tremendas condiciones que le impone Podemos y su propio Comité Federal al que por ese lado no tiene nada que ofrecer.

Es por lo que ha optado por cerrar un acuerdo con Ciudadanos (que no lleva a ninguna parte) pero que también le preserva de ser señalado como culpable de unas nuevas elecciones, y lo más importante para él, puede mostrar a su Comité algunas arras para poder seguir siendo el candidato de su partido:

«Lo he intentado. No he sido investido presidente porque PP… y Podemos han coincidido, fíjense ustedes, en el sentido negativo de su voto», escondiendo así que no ha sido investido presidente porque es casi imposible lograrlo con 90 diputados propios.

Pero volviendo al título de este artículo, no sé si Albert Rivera ha calibrado bien el anhelo de Pedro Sánchez de ser presidente de gobierno a toda costa, porque como éste aún tenga un as escondido en la manga o haga una pirueta de última hora con unas menores exigencias de Podemos, Izquierda Unida, PNV, y los independentistas catalanes de todo signo mirando para otro lado, al líder de Ciudadanos se le va a quedar una cara de «tonto útil» que ya te digo.

¿Cómo se explica Albert Rivera que el PSOE esté negociando hasta última hora, a la vez, a dos bandas, cuando tanto Ciudadanos como Podemos se tienen jurado odio eterno como Aníbal a los romanos y viceversa?

¿A que esos cantos de sirena solicitando al PP la abstención para su acuerdo con el PSOE cuando sabe que no es posible porque el «no es no» camina de vuelta? ¿Cómo presenta cinco propuestas «light», que el PSOE obviamente se ha apresurado a aceptar, que para su aprobación necesitan unos porcentajes de la cámara, que no tienen, por suponer reformas constitucionales?

En fin, Albert, que «cuidadín», «cuidadín», que algunas veces el que se pone en medio es el que sale peor parado.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído