Se dice, con cierta razón, que el Senado no sirve para nada en tanto en cuanto es cámara de segunda lectura y el punto final lo pone el Congreso. Sin embargo, y en honor a la verdad -lo atestiguo como cronista parlamentario de TVE que fui durante la elaboración de la Constitución-, la Alta Cámara alcanzó un merecido protagonismo con la presencia de los senadores de designación real en la tarea compositiva de la Carta Magna: Cela, Marías, Sampedro, Ollero, Sánchez Agesta… Sus intervenciones eran lecciones magistrales para la aplicación de la recta conducta de la ley de leyes. Ahora, no. Aquello pasó a la historia, y cuatro coletas y culos de mal asiento quieren borrar obsesivamente la transición y dar paso al anarquismo marxista-leninista. Mas esa, aunque también, no es la finalidad de estas líneas críticas.
Como en la grey periodístico-deportiva, con la que tanto se metió Lázaro Carreter, al que los indocumentados consideraban y consideran un extremo izquierdo de cualquier equipo ibérico, nunca académico de la lengua, los políticos del tres al cuarto actuales babean barbaridades y nos inundan los oídos que recogen impertérritas las alcachofas de los medios. Así, el analfabetismo imperante, promovido por Rodríguez Zapatero, todo hay que decirlo, se da del brazo con los cortes y confección de la casta advenediza y permanente desilustrada. A saber:
– Posturear: verbo inexistente. Pastorear, en cambio, es llevar el ganado al campo y cuidar de los animales mientras pacen.
– Podemizar: invento que viene de Podemos y sus podemitas. «Verbo» sacado de la mágica coleta del inculto Pablo Iglesias.
– Podemitas: gentilicio de unos asamblearios marxistas-leninistas que quieren colonizar España mediante el chavismo.
– Poner en valor: mentecatez cursi de los políticos actuales que destierran el correcto verbo: valorar.
– Eventos: todo son eventos, no existen las palabras acontecimientos, hechos, sucesos…
– Preveer: no dicen prever, que es lo correcto, conocer o conjeturar; ponen dos e en lugar de una e para ver mejor, como si fueran dos ojos. Grandes memos.
– Poner en el foco: es grande la afición de nuestros padres de la patria (o de lo que sean) por los focos o iluminación, referente surgido, seguramente, de los premios Goya o cabezones progres.
– Pienso de que… El dequeísmo es pólvora que corre como la ídem y que extienden los catalanes y sudacas reventándonos los oídos.
Aconsejo a estos zurupetos de nuestras Cortes se lean algún librito o librazo del venerable oso vasco llamado Pío Baroja, que nunca simpatizó con el comunismo ni el socialismo, en el 60 aniversario de su muerte y que condensa con maestría C. J. Cela en su pequeño volumen «Recuerdo de don Pío Baroja», quien cumple, el autor gallego, el primer centenario de su nacimiento. Así conoceremos el diáfano temple y el civil aplomo de sensatez de dos incomparables genios de nuestra literatura.
