Manuel del Rosal García

Draghi no tiene quien le ayude

Draghi no tiene quien le ayude
Manuel del Rosal García. PD

«Toda interferencia gubernamental en la economía consiste en conceder un beneficio no ganado a unos, extrayéndoselo por la fuerza a otros» Ayn Rand, filósofa y escritora estadounidense de origen ruso

El coronel no tiene quien le escriba es una novela corta publicada por Gabriel García Márquez en 1961. El protagonista es un viejo coronel retirado que espera inútilmente la llegada de la carta en la que el Ministerio le confirme su pensión. Mientras tanto malvive vendiendo sus pocas pertenecías y las joyas de su esposa, y con la duda de deshacerse de un gallo de pelea que le proporcionaría una suma para seguir tirando. El final de la novela es el famoso diálogo entre el coronel y su esposa: «Dime – le dice ella – qué comemos», a lo que él le responde «Mierda».

Mario Draghi lleva expandiendo dinero barato unos años con el objetivo de despertar a Europa del marasmo económico en el que se encuentra. Compra deuda de todas las clases y a todos, pone a disposición de la banca créditos a cero por ciento para que fluya el crédito…pero nada. Europa está dormida en un sueño paralizador que le impide generar ideas y, mucho menos, ponerlas en prácticas. Hay por ahí un dicho que dice así: «Mientras Europa lo piensa, EEUU ya lo está haciendo».

Pero si Draghi ha hecho lo que debe y promete hacer lo que sea necesario ¿Qué impide que Europa camine? La contestación lleva décadas delante de nuestros ojos.

Todos saben cuál es la causa que adormece a Europa, pero nadie tiene el coraje de exponerla; si es verdad que ya algunos levantan voces, aunque muy tímidamente. Ya se empieza a hablar de que lo que impide avanzar a Europa son los gobiernos de cada uno de los países que conforman la UE.

La democracia en Europa es entendida por los distintos gobiernos como la ocasión – una vez llegados al poder – de permanecer en él el mayor tiempo posible, si puede ser de por vida. Los partidos políticos a los que pertenecen estos gobiernos hace años comprendieron que una de las fórmulas para alcanzar y mantener el poder es «dar y regalar» para conseguir los votos que les instalen en el poder.

Europa tiene unos gobiernos que han inventado el nuevo feudalismo consistente en ser fiel al señor que me da lo que necesito e incluso lo que no necesito, pero me apetece, por mi voto. Para poder llevar a cabo esta fórmula necesariamente hay que brear a impuestos a quienes trabajan y crean riquezas, para desviar esos dineros a quienes nada hacen, nada producen, en nada son de utilidad. ¡Cuidado! aquí hay que distinguir a quienes de verdad necesitan y no están en condiciones de valerse por sí mismos, esos, por supuesto han de ser atendidos, pero ¿de verdad son tantos los que necesitan tanto?. Los gobiernos gastan y gastan con el único propósito de mantenerse en el poder mediante el voto subsidiado.

Algunos gobiernos, además, gastan y gastan 18 veces como sucede en España, un reino con 17 autonomías en las que cada presidente ejerce de señor feudal que da regalías a cambio de votos. No es de extrañar por tanto que la deuda pública de los países más importante de Europa sea la que es: España-98,95% del PIB, Alemania-75%, Reino Unido-88%, Francia-95%, Italia-132% (Datos año 2014).

Como verán hay países cuya deuda no la podrían pagar ni con toda la riqueza que generan. Y en ese estado de cosas y concretamente en España, unos señores vestidos de color morado quieren ampliar el agujero deudor en 96.000 millones más; cosa entendible debido a que lo primero que harán será subsidiar aún más y crear miles de puestos de funcionarios para garantizarse y aumentar los votos feudalistas. Si esto pasara solo en España, Europa podría sacudirse el polvo de tanta deuda que le impide avanzar porque su peso es casi insoportable, pero esto pasa en toda Europa que ha creado el Estado de Derecho, pero carente del Estado del Deber.

El coronel, a pesar de vender todo lo que tenía en la esperanza de que le escribirían comunicándole la llegada de su pensión, nunca recibió respuesta. Draghi tiene las espaldas anchas, es paciente y toma decisiones, pero el proyecto europeo no puede descansar sobre las espaldas de un solo hombre, sin embargo, ningún gobierno le va a ayudar porque los intereses particulares de los gobiernos están por encima de los del país que gobiernan, no digamos de los de Europa. El coronel terminó comiendo mierda, si Europa y los gobiernos europeos no agarran al toro por los cuernos, puede que nosotros también terminemos comiendo mierda.

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