El señor Pedro Sánchez lamenta no haberse presentado como presidente de España en la cumbre de los líderes socialistas europeos. «Podría haber venido a la reunión de este jueves como presidente del Gobierno.
No es así porque alguno pensó más en sus intereses personales que en los intereses generales de los españoles» Me imagino que lo dirá por él mismo que desde el 20D ha hecho y está haciendo todo lo inimaginable por echar a Rajoy, clave de todo su programa, si es que tiene programa.
Sánchez, como un españolito más que busca en el extranjero lo que no encuentra en España, ha salido allende nuestras fronteras para pedir al señor Tsipras, ese enorme estadista que ha llevado a Grecia a la bancarrota, que presione a Iglesias, ese otro fabuloso vicepresidente que quiere controlar a España y a los españoles, para que apoye su candidatura.
A temblar debemos echarnos los españoles si, además de visitar a Puigdemont para rogarle su apoyo, además de aliarse con Compromís el de los semáforos, además de traicionar a sus votantes, además de no hacer ascos a los independentistas, además de…va a poner postura genuflexa ante Tsipras y, con las manos unidas como en oración, rogarle que, a cambio de lo que sea, convenza a su conmilitón Iglesias para que se encame con él en un apareamiento que puede llevar a España a una situación que nadie, en su sano juicio, puede desear.
Si todavía algún ingenuo español no ha interiorizado que Pedro Sánchez es capaz de, como un nuevo Fausto, vender su alma a Mefistófeles por lograr su propósito, este nuevo movimiento de acercamiento a Tsipras, puede que le convenza, digo puede porque cuando los pensamientos son cerriles y cerrados a las evidencias, nada se puede hacer.
Dice Baltasar Gracián en su Elogio a la Prudencia que «En tiempos de tribulación no hagas mudanza» España se encuentra en uno de esos momentos, adobado con una incertidumbre maligna, con un cuadro de políticos mediocres y con unos ciudadanos que han votado desde el rencor y el resentimiento, no desde la reflexión; y en estas Pedro Sánchez hace mudanza hacia un personaje como Tsipras y, aseguro, que hará rodas las mudanzas que sean, hasta la de cambiarse de piel como las serpientes, por ser presidente del Gobierno aunque solo sea por un día.
