Gaspar Albertos

Las vías y la estación de tren

Las vías y la estación de tren
Gaspar Albertos. PD

Aprovechando la terminología que el propio Pablo Iglesias ha utilizado en su comparecencia ante los medios de comunicación tras su reunión con Pedro Sánchez, voy a exponer aquí cuales son algunos aspectos de las «vías» anunciadas por uno y otro, así como en que quedan las vías en las que ahora mismo se encuentran estacionados Ciudadanos y el Partido Popular.

Lo que está claro es que ningún partido político quiere unas nuevas elecciones, pero todos están procurando colocar las vías, arrimando cada uno cuanto más el ascua a su sardina, lo que va a provocar que la estación de trenes se colapse, cuando no quede una locomotora sobre otra. Entonces verán que nueva campaña electoral nos espera, después de haber estado propiciándose continuas caricias y empiecen a arrearse tortas, siendo bastante piadoso con la utilización de este último término.

Porque es que en la rueda de prensa, parece mentira, Pablo y Pedro se han escapado vivos de los periodistas allí congregados. Toda han sido preguntas sobre «cesiones» más o menos llevaderas para llegar a acuerdos, blandengues suposiciones de apoyos por activa o pasiva, etc. pero una pregunta clara y directa al mentón de cada uno de ellos no se ha hecho. A saber.

A Pablo Iglesias: ¿En el acuerdo al que su formación política quiere llegar con el PSOE figurará la renuncia al derecho de autodeterminación, tal y como está contemplado en su programa político?

A Pedro Sánchez: ¿En el acuerdo al que su formación política quiere llegar con PODEMOS figurará el que ustedes consientan ese derecho de autodeterminación, expresamente prohibido por el comité federal de su partido?
O cede uno, o cede el otro.

Aquí no caben ambigüedades. En cambio resulta que a un nimio comentario sobre el asunto marean la perdiz y lo que dicen es que… «en Cataluña van a hablar Iceta del PSC y Domenech de En Comú Podem para explorar no se qué…, que se vea configurado por una reforma constitucional que lleve a un estado federal… Y a todo esto, pidiendo la abstención de Ciudadanos (radicalmente en contra de cualquier atisbo de independentismo) y a la vez de los propios partidos independentistas.

¿Cómo se explica esto? Porque por mucho que hablen Iceta y Domenech, si no se reconoce el derecho de autodeterminación sin ningún tipo de sucedáneo, ante un nuevo intento de formar gobierno los independentistas volverán a votar no, y Ciudadanos, si Podemos no renuncia a mantener el derecho, también votará no.

Ya tenemos más «noes» que «sies», contando con el «no» del Partido Popular, como explicaba en mi artículo «El otro no» del pasado 26 de febrero. Pero en este caso con el voto mayoritario del «no» contra la «vía del 161» que propone Podemos y entonces lo podía ser contra la «vía del 130» propuesta por PSOE y Ciudadanos.

A continuación llega Pedro Sánchez (después de oír en rueda de prensa a Iglesias) y propone la «vía del 199» incluyendo a Ciudadanos (excluye a Izquierda Unida contemplada en la «vía del 161» propuesta por Iglesias-???) y nada más empezar, primera contradicción: Sánchez afirma que en cuanto a la vicepresidencia del gobierno, «Iglesias se propuso e Iglesias se excluye» cuando no es cierto, ya que anteriormente lo que Iglesias ha afirmado es que «si él es el problema, renuncia a ocupar esa vicepresidencia», no que se auto excluya de antemano. En este sentido Pablo Iglesias ha ofrecido esa posible renuncia por lo que Pedro Sánchez le ha comunicado acerca de lo que Iglesias representaba para muchos altos dirigentes del PSOE, cosa que después Sánchez ha dicho que no era así. Otra contradicción.

Y en todo caso ¿hablan o no hablan de cargos? Porque si están hablando de la vicepresidencia del gobierno, inevitablemente están hablando de la presidencia… ¿para quién? Obviamente para que el Presidente de las Cortes proponga al Jefe del Estado al líder del partido con mayor representación parlamentaria de los que hayan llegado a un acuerdo POSIBLE de investidura.

En este caso, Pedro Sánchez. Otro posible acuerdo del que Pedro Sánchez no quiere ni oír hablar es el de la «gran coalición» entre PP, PSOE y CIUDADANOS, alejado de las exigencias de la extrema izquierda, pero en el que el líder del partido con mayor representación parlamentaria sería… Rajoy.

La «vía del 130», vía ya explorada y derrotada dos veces en el congreso, deja como «convidado de piedra» a Albert Rivera en el acuerdo del PSOE con Podemos, aunque Albert se empeñe en mantener la vía abierta por la que ya no va a pasar ningún tren.

De hecho, Iglesias ya he pedido esta mañana a Ciudadanos que se abstenga cuando él votó dos veces no a un acuerdo del que formaba parte Ciudadanos.
Hay también «otro convidado de piedra» pero este por decisión propia.

En este caso se trata de Mariano Rajoy, que viene anunciando la «vía del 253», esa de la gran coalición, pero no sabemos cuándo, de tanto amagar y no dar. Bien es cierto que de los 253, 90 le están diciendo permanentemente que no cuente con ellos. La única explicación que encuentro es que esté esperando a que Pedro Sánchez fracase en todo sus intentos para señalarlo como el responsable de la celebración de unas nuevas elecciones al no haber cedido en la única vía que le quedaba por explorar. Pero eso ha supuesto mucha ventaja mediática para Pedro Sánchez.

Mira como Pablo Iglesias de un capotazo se ha quitado el toro de encima: «renuncio si es preciso a la vicepresidencia y por mí no será».

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