Vicnuel Sánchez González

Casi siempre bailando al son que toca la progresía

Casi siempre bailando al son que toca la progresía
Vicnuel Sánchez González. PD

Vengo observando que muchos tertulianos, periodistas y políticos de derechas emplean cada vez más palabras tales como la jueza, la concejala, la presidenta, la fiscala, etc.etc. en vez de la juez, la concejal, la presidente, la fiscal, etc. etc. ¡Menos mal que aún no dicen la cancillera!.

Y si ya lo hace hasta el de Teruel,… ¡estamos perdidos!. Como suele suceder, empiezan criticando los cambios progres, pero terminan pasando voluntariamente por el aro. ¡Así nos va!.

Pero en el pecado van a llevar la penitencia: cada vez que tengan que referirse a una persona tendrán que adivinar a qué sexo pertenece y si ha cambiado o no del mismo recientemente.

¡De locos! ¿Y qué decir cuando alguien se declare del sexo neutro? Y no es una pregunta que no venga a cuento, pues hace poco leí: «Francia tendrá a la primera persona con sexo neutro por sentencia judicial».

Y yo me pregunto: Si los cargos o profesiones no dependen (o eso creo yo) de que los ejerza un hombre o una mujer, ¿por qué emplear nombres distintos para designarlos? ¡Qué suerte tienen los ingleses que sólo usan una palabra para nombrarlos!. Aunque, tal vez se cumpla aquí lo de que no hay mal que por bien no venga: sirva para subrayar que lo del sexo no es tan trivial ni opcional como sostienen algunas ideologías de género.

No compliquemos el lenguaje. No «babelicemos». Que una cosa es enriquecer el lenguaje y otra volverlo cada vez más tedioso, cansino, empalagoso, ambiguo, ilógico e impreciso. Hace unos días, por ejemplo, Pedro Sánchez empezó refiriéndose a «catalanes y catalanas», pero después, en varias ocasiones, sólo empleó el término «catalanes», lo que resultaba un lío, porque, en este último modo de decir, uno tenía que ir adivinando si se estaba refiriendo sólo a varones o no.

Más tarde habló de «la fractura interna entre catalanes y catalanas», con lo cual podría surgir la duda: ¿se estará refiriendo a un conflicto entre las mujeres por una parte y los hombres por otra? ¡Qué lío!

Por si yo no había oído bien, lo he buscado con Google y me he topado con la frase «Imágenes de fractura interna entre catalanes y catalanas». Que alguien me lo explique. Otro ejemplo: En una publicación de Moratalaz, en su edición de enero de 2016, leí: «Las imaginarias alumnas y alumnos de la escuela municipal imaginaria de música y danza….» , y me entró la duda de si los alumnos varones serían reales o imaginarios. Habrá que echarle imaginación.

En otra ocasión oí en la radio un anuncio en el que se referían a la mejor oftalmóloga de Madrid. Me da la impresión de que lo que querían decir es que era la mejor oftalmólogo de Madrid, y, evidentemente, no es lo mismo ser la mejor entre todos sus colegas (¿y colegos?), sean hombres o mujeres, que sólo serlo entre las mujeres. ¡Flaco favor la hacían!

Me parece que el asunto no es baladí. A mi modo de ver, muchos pleitos se podrían evitar si el lenguaje fuese más lógico y menos ambiguo. No lo empeoremos, aunque los abogados pierdan algo de trabajo.

Convendría tener en cuenta que, por lo que se viene viendo, tanto los nacionalistas como los progres son insaciables; si les vas concediendo cosas, no pararán de pedir e imponer y… ¡adiós libertad!. Por eso, ¡no hay que pasarles ni una!

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