Lucía Méndez escribe un billete en el que pide casi de rodillas que no haya campaña electoral, que ya es bastante suplicio tener que ir a votar de nuevo como para que encima haya que aguantar otro circo de políticos yendo de un lado a otro de España. Razón no le falta.
A excepción de Pedro Sánchez, que seguirá soñando hasta que se despierte, ya nadie cree en otro escenario que no sean las elecciones. El ‘postureo’ -palabra sacada de la prensa rosa e incorporada con naturalidad al debate político en los últimos cien días- está a punto de tocar a su fin.
Añade que:
Quedan pocas jornadas históricas de aquí a la disolución y pocas ganas ya por parte de nadie de comentar los 199 diputados virtuales que se le aparecen a Sánchez en sueños votándole ‘sí’. Elecciones, vale. Estamos resignados. Pero otra campaña electoral, no, por favor.
Estoy con Borja Sémper. Las nuevas elecciones, sin campaña, sin gastar dinero, sin banderolas, sin plazas de toros, sin eslóganes tontos, sin más propaganda barata. Ya los conocemos. Sabemos lo que quieren, lo que no quieren, con quién quieren pactar y con quién no. Necesitamos un partido valiente que esté dispuesto a proponer un pacto para reducir la campaña a su mínima expresión. Se lo agradeceríamos en el alma.
