Eleonora Bruzual

Vida esclava pero viernes libres en la Venezuela chavista

Nicolás Maduro enfrenta el saqueo que hicieron en las empresas estatales y ministerios relacionados con la energía hidroeléctrica decretando entonces que los viernes sean libres, que no se trabaje

Vida esclava pero viernes libres en la Venezuela chavista
La periodista Eleonora Bruzual. PD

Porque como él de reposero llegó a Presidente, ha decidido con la Misión Vagancia arreglar esta tragedia roja

Todos -venezolanos y extranjeros- conocemos el saqueo brutal que Hugo Chávez y sus huestes le aplicaron a Venezuela.

Con el cuento del compromiso con los más pobres, este militar golpista y hampón logró, después de haber alcanzado la presidencia de Venezuela con el apoyo de vivarachos bien ubicados social, política y económicamente, ganarse a millones de seres que inyectó con el odio social y con mentiras mil veces repetidas. Mentiras que calaron fácilmente ya que inversamente proporcional a la honestidad, Hugo Chávez poseía capacidades histriónicas excepcionales y una intuición innata que le permitió la más punzante estafa que se le haya podido hacer a una nación.

Más de 17 años han transcurrido desde que esa figura perversa y embaucadora llegó al Poder con el cuento de su «Revolución bonita» su «Socialismo del Siglo XXI» y su descarada afición por el robo… Cuento que no consiguió ser desmentido con fuerza en un país que creímos con estructuras morales y éticas más sólidas y con parte de un pueblo que realmente hiciera verdad la definición que marca el himno nacional. Menos de dos décadas que han sido suficientes para arruinar, devastar y ensangrentar a uno de los grandes productores de petróleo del mundo y convertir en mendicantes resignados a unos, en delincuentes desalmados a otros, y en ladrones del erario público a una buena cantidad de pillos con garantía de absoluta impunidad.

Nada que pueda describir transmite la realidad de la tragedia que vivimos los venezolanos de todo nivel socioeconómico. Nada describe el espanto de un país donde los hampones los encontramos en el «alto gobierno», en el estamento militar, en la nueva casta empresarial, y en las calles de ciudades y pueblos donde el ciudadano es barrido por la fuerza del mal bien armada y bien respaldada.

Aquí, mientras los niños enfermos recluidos en el Hospital de Niños J.M. De Los Ríos de Caracas (Nombro uno, pero son todos) mueren de hambre y de ausencia de fármacos, nos topamos con las fotos que muestran un sarao de la familia del capitán Pedro Carreño, uno de los golpista del 4 de febrero de 1992, conocido por sus malas mañas en la administración de dineros públicos, maña que motivó su expulsión de las Fuerzas Armadas por medida disciplinaria ya que siendo militar activo y ocupando el cargo de S-4 (Logístico) y manejando el dinero de la Unidad del Batallón de Infantería «G/J. Santiago Mariño», con sede en el Fuerte Tavacare del estado Barinas, le tiró tremendo raquetazo y cargó con lo que había… Ahora, ya no son los fondos de un batallón, son los dineros de una nación que tuvo inmensos recursos antes de la llegada de lo que sin exagerar, es la Peste Roja. Los licores más costosos, el menú que desconoce racionamiento ni precios regulados, y la burla de unos malvivientes a todo un país se ven en las fotografías de la boda de un sobrino del que es diputado oficialista y figurón del chavismo y con semejante prontuario se permite insultar a los que adversamos a esa banda empoderada e insaciable.

El dispendioso novio es Raúl Carreño, que se desempeña como superintendente de precios justos en el estado Táchira, y la principesca boda la celebraron en el salón de fiesta del lujoso hotel Renaissance Caracas donde nada estuvo sujeto a controles de «Precios justos» porque eso a alimañas como Pedro Carreño no le preocupan cuando de fiestones familiares se trata. Derroche de dineros mal habidos en la cara del irrespetado «pueblo de Chávez» que sucumbe de hambre en colas y de mengua en hospitales que son morideros infectos.

Y hoy describo los costosos gustos de los Carreño, pero están los Chávez, los Cabello, los Ramírez, los Istúriz, los, los… y también la horrible conversión de un país libre en coto de unos ladrones sin freno ni contrición.

Así, Nicolás Maduro para enfrentar el saqueo que hicieron en las empresas estatales y ministerios relacionados con la energía hidroeléctrica se le ocurre entonces que los viernes sean libres, que no se trabaje, porque como él de reposero llegó a Presidente, ha decidido con la Misión Vagancia arreglar esta tragedia roja y que dos bellacos de cuidado como Jesse Chacón y Motta Dominguez, milicos ambos, no tengan que explicar el saqueo del que salieron fortunas inconmensurables y ni un kilovatio.

No hay agua, no hay luz, no hay energía, y Maduro aunque para los venezolanos no haya recursos, con los mismos cuentos de siempre, acaba de pasarle 1.400 millones de $ a los chulos Castro, que también raspan la olla antes de la ruina total.

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