Cruza el tren los campos de Toledo, rumbo a Extremadura, y es la tierra una esmeralda. En el cielo, hoy azules limpios y lavados y nubes de algodón pero todo es verde en el paisaje, porque esa nubes llevan siendo oscuras y derramando vida desde hace muchas semanas. Al fondo Gredos se tapa con ellas, pero supongo que aún le quedara algún nevero blanco.
El paisaje es un cántico. Olivares, dehesas, pastizales, siembras, jarales, aulagares, encinares y flores, amarillas muchas y espinos albares. Ovejas, toros, caballos entre el pasto y cigüeñas, estorninos, aguiluchos y dos azulones remontando desde un encharcado navazo. Arroyos, aguazales, efimeras lagunas .Los labrantíos tienen los surcos rezumando y ya habrá labrador que diga: “Va bien, pero que vaya escampando, que no hay quien labre”. Pero mira a los trigos y las cebadas encañando, el verdor de las hojas de los olivos y el lustre de los frutales y para los adentros sonríe. Ya se quejará del agua cuando falte.
Sale el sol, asomando entre las formaciones nubosas que se desencajan y su luz amen de iluminar las tierras , parece acariciarlas y estas sonrien alegres.
Cruzo la presunta raya con la Extremadura pero es la misma sinfonia la que me acompaña en todo el viaje. El destino es Caceres, su Feria del Libro, y voy a hablar de historia, de novela y del Rey Pequeño, el niño huérfano, que fue luego el vencedor en las Navas de Tolosa. Y me alejo de la farsa contemporánea, pero más vieja que la tos, que llevamos dos meses soportando.
La tierra es resurrección y primavera, esta primavera abundosa en lluvias que parecen haber servido de todo excepto para hacer crecer las entendederas de algunos políticos. Prefiero ni pensar en ello y quedarme absorto en el paisaje, mudo y contemplando el cantar de la naturaleza en vez de las proclamas en falsete de malos actores.
Ya estaré de vuelta hoy me dará tiempo a participar en Madrid en el dia del libro y entre libros esperaré al lunes donde tan solo espero que se cumpla el trámite y caiga, ede una vez el telón y podamos hablar de algo en serio aunque no decaeran sino que, mucho me temo, arreciarán las proclamas y vanidades compulsivas. Pero hoy me quedó con el cántico de la primavera y con un pequeño y perverso pensamiento que aflora como una de esas flores amarillas en los pastos verdes. A ver si a quien les damos ya por junio el cante es a ellos.
PD-Firmas en el Dia del Libro de El rey pequeño. De 17 a 18,30, Corte Ingles de Goya. De 19 a 20 horas en el VIPS de Ortega y Gasset 29- En Caceres muy bine por todo.Por la presentación, por la firma, por la ciudad y hasta por su dragón de San Jorge.