Víctor Entrialgo de Castro

La venganza del Atleti

La venganza del Atleti
Víctor Entrialgo de Castro, abogado y escritor. PD

Luis Aragonés se cobró media venganza de Munich con la Eurocopa de Viena y su espíritu se cobró ayer la otra mitad.

Cuando cuarenta y dos años más tarde llegaron a cobrarse la deuda, sabían que iban a la guerra. Los feroces espartanos rojiblancos, dirigidos por su caudillo Simeone, el guerrero-filósofo del fútbol y la vida, que es lo mismo, tan escueto que no parece argentino, sabían lo que se les venía encima. Pero se encontraron a los germanos en el bar.

No en balde bárbaro viene de bar. Pero no de cañas, cervezas o calimochos sino de «balbucear» que era como al decir de los griegos hablaban en la antigüedad, aún antes de empinar, los que no sabían griego.

El caso es que aún no viniendo el nombre de ese tan frecuentado lugar aquí y allá, los bárbaros acechaban allí a los atléticos esperando el momento del choque y surtiéndose de su rubia gasolina.

Aquí bebemos para alegrarnos o desbarrar. Allí para perder la conciencia, calculando para no caerse los kilos que para mantenerse en pie, tiene cada alemán que sostener.

Seguidos los guerreros atléticos por su sufridora y ejemplar afición, curtida en mil batallas, que acudió de nuevo a Munich en busca de la emoción a animar a sus espartanos con los teutones, más atléticos quizás, pero menos colchoneros, apoyados por un ejército vociferante de banderas y bárbaros henchidos de cerveza.

Al llegar al Allianz Arena, precioso a vista de globo, las gradas eran una marea enteramente rojiblanca. Dicen que los bávaros son los más bárbaros de todos y por eso se quedaron con Baviera, que es un sitio precioso de antepasados muy bestias, según cuentan.

Los nuestros pelearon con el balón en los pies, con los brazos, con los dientes, con la épica y el sufrimiento de parar un penalty, fallar otro y sufrir hasta el último segundo, todo muy del Atleti, frente a un gran equipo de rudos germanos, con algunos dirigentes prepotentes que hicieron de menos al Atlético Madrid y de los que me acuerdo ahora especialmente, ayudados esta vez por mesnadas españolas….Xabi Alonso, Javi Martinez y Guardiola por mal que algunos les pese y por una turba bárbara y bávara.

Pero se consumó la epopeya y el espíritu de Helenio Herrera en su edad de oro y sobre todo el de Luis Aragonés cuarenta y dos después sirvieron la venganza fría.

Va por un reformador del fútbol y de la mentalidad deportiva del español.

Y sufrir y sufrir y sufrir heroicamente hasta el último minuto….

Y ganar y ganar y ganar y volver a ganar……

Va por ti Luis Aragonés.

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