Rafael Reina

Londres: Primer sorpasso del Islam

Londres: Primer sorpasso del Islam
Rafael Reina. PD

EL pasado viernes, en el programa La Noche en 24H del cual soy ávido espectador, el Sr. Graciano Palomo del que soy admirador como del resto de los asiduos a los paneles, critico la campaña del partido conservador contra el nuevo Alcalde de Londres, el Sr. Sadiq Khan, como de una campaña basada en el racismo y la intolerancia.

Insisto por mi admiración por todos y cada uno de los panelistas, pero tengo que disentir con Graciano. La campaña contra Mr. Khan está basada en su propia conducta en los colaboradores de sus bases, en sus relaciones y en su consentimiento a declaraciones en su campaña del Sr. Shahil Said entre otros.

Mr. Khan ha tenido muchas oportunidades para distanciarse de declaraciones como, que las mujeres son súbditos de los hombre, los homosexuales son innaturales, que los judíos deberían ser ahogados en el océano entre otras lindezas y no lo hizo.

Mr. Khan profesa la creencia islámica y como tal tiene unos valores completamente distintos al resto de la humanidad – permítame repetirme- tiene unos valores completamente distinto al resto de la humanidad, desde el propósito del ser humanos en este mundo hasta los derechos del resto de nosotros los que no somos seguidores del islam.

Lo cierto es que desde su propia «religión», por sus reglas y mandamientos, el Sr. Khan está perfectamente autorizado para mentir flagrantemente, apostatar públicamente e incluso blasfemar, si el propósito es extender sus creencias por el mundo y si no lo hizo, simplemente fue porque en su interior están profundamente arraigadas esas creencias.

La campaña contra el Sr. Khan, está basada en el intento de reducir la penetración del Islamismo en Europa, algo que es evidente, que esta admitido y publicado por los propios líderes musulmanes y que hemos visto en manifestaciones en las calles de Londres, Paris, Bruselas, Frankfurt o Múnich.

Desde una perspectiva democrática, es un sinsentido pensar en una segunda invasión morisca, pero la democracia el vulnerable desde dentro y si algo debo admirar del difunto Sr. Carrillo es precisamente su comprensión a la imposibilidad de coexistir; democracia y Comunismo.

EL Islamismo no es una religión, es una forma de gobierno, con leyes civiles y militares, estructuras administrativas de financiación, recaudación, Importación/exportación, educacional, estructuras civiles y militares, políticas de Interior y exterior en definitiva una forma de gobierno donde se incluyen creencias obligatorias, ceremonias forzosas, estructura clériga y lugares y formas de cultos definidos.

Tiene en sus leyes la «Saria» su constitución donde se detallan los derechos y obligaciones tanto de foráneos como lugareño y donde se detalla los derechos y obligaciones de la mujer (que no entrare en detalles), las penas y castigos por una variedad de crímenes algunos de los cuales simplemente repiten los ya descritos en el Corán. Pero todo esto no es necesario que yo lo repita, puede ser de dominio público, pero es obviado simplemente por desidia de los que prefieren seguir un estereotipado modelo en lugar de estudiar a fondo el problema.

Dentro de la corriente Islámica hay más de 300 millones de individuos que están dispuestos a entregar sus vidas por Ala, el Corán o el Islam, no solo individuos mayores de edad, hay madres dispuestas a entregar sus hijos menores de edad para que se sacrifiquen por los mismos motivos. (Debo añadir aquí, que serán recompensadas económicamente por el «sacrificio»)

En el Islam, 700 millones comprenden, entienden, aceptan que existan esos 300 millones, la mayoría no tiene el suficiente valor para suicidarse o luchar hasta la muerte, pero son conscientes que están obligados a ello, bajo pena de ser considerados apostatas con las consiguientes repercusiones punitivas.

300 millones más, son consientes de esos extremos pero consideran que no es el mismo Islam, que son casos de países lejanos y de un Islam radical por motivos que nada tiene que ver con sus creencias y los 200 millones restantes, viven un Islam «descafeinado», «americanizado», «occidentalizado» que son considerados por el resto del Islam tan «Kofi» como yo.

NO hay nada de racismo, no es un problema de color de piel, de los ojos o rasgos faciales, no es un problema étnico, es la defensa de unos principios que han costado miles de años alcanzar y que están siendo atacados por un totalitarismo que como sociedad preferimos no ver y creer que se puede vencer con tolerancia y comprensión.

No podemos valorar el riesgo usando un prisma democrático, no estamos en el mismo plano, podemos usar los medios democráticos para protegernos pero esa protección no pasa por la tolerancia, pasa por eliminar el concepto religión o raza y tratar el problema como un problema de adaptación social, de reeducación cultural, modificando su cultura para equiparar la nuestra, no al contrario. Abandonar sus costumbres para aceptar las nuestras ¿Difícil? Por supuesto pero ni es imposible ni obligatorio, ellos tiene la opción de abandonar sus costumbres o abandonar el país.

El Sr. Khan es la punta de un Isberg que no vemos pero que cualquiera con un mínimo de conocimiento sabe que la mayor parte está escondido bajo la superficie y que es un peligro para la navegación. El Sr. Khan es un peligro para la democracia y lo que tiene de significativo es que es el primero.

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