Santiago López Castillo

El PSOE se ‘renueva’

El PSOE se 'renueva'
Santiago López Castillo. PD

Dime con quién andas y te diré quién eres, dice el aserto castellano que tiene más razón que un santo. Pedro Sánchez, sobresaliente cum laude del zapaterismo, o el fantasma de la ópera, a él le coge todo, ve la mota en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Es también una de las enseñanzas del refranero español. Y podríamos seguir hasta dime de qué presumes y te diré de qué careces.

Sánchez está más perdido que Carracuca. Parece un pollo descabezado, va sin ton ni son en pos de su carrera a la Moncloa, su único objetivo. Él, que da lecciones a toche y moche, especialmente al PP, descalificando a Rajoy de antigualla, va y ficha a Josep Borrell (70 años), diez años más que el presidente del Gobierno en funciones. Y a Jordi Sevilla (60). Joder con las comparanzas.

– ¿Y estos son los renovadores…?

Me olvidaba decir que la segunda «estrella», puede que de los cafés, es Margarita Robles, otra «renovadora» del Partido Socialista, sin obrero ni español. La muy sectaria magistrado de 60 años de edad, ya debutó en la política con Felipe González y con rimbombancia en el ministerio del Interior, expresando su antipatía por José Barrionuevo, el ministro encarcelado. La referida jueza es la versión femenina de Garzón. Siempre sostuve que la Justicia española tiene un claro sesgo hacia la izquierda empezando por esa asociación de Jueces para la Democracia, y los demás, qué son, ¿para arremeter contra supuestos fascistas de la carrera judicial o para pasaportarlos al desolladero? Sean jueces y punto. Ello se corrobora con la nefasta alcaldesa de Madrid, la tal Carmena, ay, una ex jueza incompetente que brilla por su fanatismo marxista-leninista. Y, encima, los socio-comunistas señalan al PP como manipulador de jueces y magistrados y eso que no llevan en sus listas a ningún componedor leyes; sólo Ruiz-Gallardón, quien como fiscal defendió en su carrera judicial al Real Madrid sin ninguna brillantez.

Borrell, por otra parte, me parece una mente preclara, pero no olvidemos que sus correligionarios le echaron del grupo por supuesta corrupción, para anclarse después, él, en la presidencia del Parlamento Europeo. Es decir, el regusto por el sillón. Pedro Sánchez, vamos concluyendo, de aquí al 26 de junio nos va a dar no pocos días de gloria. Es un asnal ocurrente, con perdón de los solípedos de Juan Ramón Jiménez. Alexander Pope decía que la política es la locura de muchos en beneficio de unos pocos. El vendedor de la planta de caballeros de El Corte Inglés, el señor Sánchez, podría ser trasladado a la planta baja de «objetos diversos». Todo un lujo. Joder, qué tropa.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído