Editorial de El Mundo

«Es inadmisible el cinismo que demostró el PSOE hablando de caza de brujas sobre Chaves y Griñán»

"Es inadmisible el cinismo que demostró el PSOE hablando de caza de brujas sobre Chaves y Griñán"

El editorial de El Mundo sentencia no sólo a Chaves y a Griñán, sino al PSOE en términos generales por abrazar teorías conspirativas, justo las mismas que no ve cuando los acusados son los de la acera de enfrente, es decir, los del PP:

Como los protagonistas de la célebre película de Godard, Manuel Chaves y José Antonio Griñán llegaron ayer al final de la escapada, tras ser procesados por el escándalo de los ERE. Han tenido que pasar más de cinco años y medio desde que se iniciara la investigación judicial de esta macrocausa para que al fin un juez haya dado por terminada la instrucción de una de las piezas del caso -la política-, relativa al procedimiento empleado por la Junta de Andalucía entre 2000 y 2011 para repartir de forma ilícita casi 1.000 millones de euros. Y los dos ex presidentes no pueden salir peor parados. El juez instructor les acusa de prevaricación, junto a otros 24 antiguos altos cargos -incluidos varios consejeros como el otrora todopoderoso Gaspar Zarrías o la ex ministra Magdalena Álvarez-. Además, a Griñán le señala también por un delito de malversación continuada, lo que podría acarrearle pena de cárcel de entre cuatro y ocho años. Éste es un salto cualitativo respecto al procedimiento seguido en su día en el Supremo -cuando los protagonistas eran aforados-, donde no se apreció malversación.

Explica que:

El auto es demoledor cuando asegura que no era posible que los encausados desconocieran el sistema fraudulento de reparto de ayudas y subvenciones, «de modo que quien decidió proseguir con la praxis instaurada lo hizo asumiendo todas las consecuencias». El juez pone negro sobre blanco cómo funcionaba el entramado de la Junta para beneficiar a empresas y particulares en una de las mayores redes clientelares nunca vistas en nuestro país, con «una pluralidad de autoridades o funcionarios» responsables de instaurar el procedimiento de reparto de fondos públicos. Echa así por tierra tanto la peregrina excusa esgrimida por Chaves y Griñán de que ellos nunca supieron nada, como, sobre todo, el argumentario del PSOE de que este asunto era cosa de cuatro golfos. Nada más lejos de la realidad. Estamos ante una trama institucionalizada, con la connivencia de los máximos responsables de la Junta, que miraron hacia otro lado ante las reiteradas advertencias de la Intervención General de que se estaba cometiendo fraude. Y abochorna que la cúpula del Gobierno autonómico durante un cuarto de siglo -hay constancia de que las primeras prácticas irregulares en los ERE se remontan a 1990, como atestiguó una sentencia del Supremo el año pasado- haya sido partícipe de uno de los mayores escándalos de corrupción de la democracia, junto con el del fraude de los cursos de formación.

Resalta que:

Así las cosas, es inadmisible el cinismo que ayer demostró el PSOE. Los socialistas siguen denunciando una caza de brujas política y defendiendo la «absoluta honradez» de Chaves y Griñán. No es desde luego edificante que, cuando ambos tienen ya un pie en el banquillo, el partido se envuelva en teorías conspirativas al verse tan salpicado por la corrupción. Una actitud que difiere tanto de la dureza con la que los socialistas despachan los casos que afectan al Partido Popular.

Antonio Hernando no dudó en reivindicar que se trata de «personas honestas, que no se han llevado un solo euro». El portavoz socialista en el Congreso perdió una buena oportunidad tanto para pedir disculpas públicas en nombre de su partido por un asunto tan grave, como para hacer pedagogía de la regeneración tan necesaria en la esfera pública. Porque, al margen de lo que se dilucide en el juicio oral, la responsabilidad in vigilando de Chaves, Griñán y sus consejeros es incuestionable. Y no se puede olvidar que estamos hablando de al menos 855 millones de euros repartidos de forma fraudulenta -al margen de los procedimientos administrativos preceptivos-, y de ellos, unos 150 claramente malversados, repartidos en chanchullos, conseguidores, comisionistas y premios en forma de prejubilaciones para arribistas muy bien relacionados con el poder, en concreto con el PSOE andaluz.

Y señala que:

Tras este importante paso procesal, cabe felicitarse de que la Justicia empiece a arrojar luz sobre un asunto de corrupción tan execrable, no sólo por la abultadísima cuantía malversada, sino también por corresponder a una materia tan sensible como las prejubilaciones y las ayudas a quienes pierden su empleo. Muchos de los detalles de esta trama fueron desvelados gracias a la labor de investigación periodística de EL MUNDO, en un escenario de durísima hostilidad desplegada por todos los resortes del poder andaluz, con toda clase de descalificaciones. Tampoco la investigación judicial ha sido sencilla. Tanto por la complejidad y número de afectados en el caso, como por las trabas de Chaves, Griñán -y el resto de implicados-, incluido el aforamiento al que se aferraron durante un tiempo para ralentizar el proceso.

De ahí que su renuncia temporal como militantes del PSOE que se conoció ayer -antes de ser expulsados en cumplimiento del código ético impuesto por Pedro Sánchez- no supone ninguna demostración de que «ambos siempre han ido por delante de los acontecimientos», como presumió Hernando, sino la sencilla evidencia de que ahora sí se saben acorralados por la Justicia.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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