No se si se debe a que somos muy imaginativos o muy catetos, pero en pocos lugares del planeta – con excepción de los países musulmanes donde el fenómeno adquiere tintes psiquiátricos- prenden con tanto vigor las teorías conspirativas como en España.
Nadie es inmune a la plaga y buena prueba de ello es que en EEUU todavía siguen dándole vueltas a la muerte de Marilyn o al asesinato de Kennedy y en Gran Bretaña proliferan los convencidos de que la Reina Isabel algo tuvo que ver en la desaparición de Lady Di, pero lo nuestro es especial.
Ahora ha prendido la tesis de que ese engendro que es Podemos es producto de una maquiavélica conjura.
Según la fábula, todo empieza con los dineros de Chávez y las ayudas de los ayatolás, que permiten a un grupito de rojeras universitarios poner en marcha un proyecto al que después, por la decisión de la vicepresidenta Soraya, se da aire en las dos grandes cadenas privadas de televisión, que lo meten hasta el sopa de los hogares españoles, lo que termina convirtiendo al Coletas y sus cuates en el fenómeno que son ahora.
Que Pablo Iglesias y sus compinches se forraron con dólares chavistas y recibieron pasta de los lapidadores islámicos, es innegable. Que en el PP hubo gurús convencidos de que les convenía alentar esa excrecencia para debilitar al PSOE, también. Que la vice pudo ser más perspicaz de lo que fue cuando impulsó en 2012, contra las directrices de la Comisión Nacional de la Competencia, la fusión de LaSexta y Antena 3 y que le han pagado el favor dándole pocos palos, es creíble.
Y que tanto en Atresmedia como en Mediaset hay un sinnúmero de programas populares y de presentadores millonarios dando cancha a los zarrapastrosos hasta el empacho, queda fuera de duda.
Siendo todo eso verdad, lo que no cuela es esa genial ‘Conjura de los Necios‘, sobre la que especulan políticos y periodistas.
Esos presentadores a los que se les hace el culo ¡Pepsi-Cola’ cada vez que tienen cerca un podemita, son los mismos que claman a favor de los escraches y los okupas, mientras atesoran patrimonios con docenas de pisos, o hablan de igualdad con sueldos de seis dígitos.
Y si algo les conmueve, no es el dolor de los desfavorecidos, sino los índices de audiencia. Si tenemos Podemos, como los franceses tienen su Frente Nacional, los griegos su Syriza y los alemanes su Pegida, es porque hace ocho años, cuando mandaba Zapatero, entramos en una crisis económica de cojón de mico.
ALFONSO ROJO
