Adelgazándole le han dado ligereza pero le han quitado el ímpetu. Lo que le falta en garra lo gana en temple pero con la gestión de la crisis y el sentido común de su parte, al Presidente le falta empuje para usar otras palabras y argumentos y no resultar cansino. A Rajoy y de paso a España, le falta el ímpetu.
Un Rajoy sin garra, un Rivera sin rumbo, un Pedro sin alma y un Pablo sin Pedro.
Esto es lo que hay.Terminado en el Congreso el juego del escondite y la búsqueda infructuosa por los pasillos y en el camarote de los hermanos Marx de un gobierno «cambioprogresista y confluyente», demasiado tiempo, demasiada gente, eso sin contar los secesionistas, ¿quien nos resarce ahora del tiempo perdido y los daños consiguientes?
A la espera de las nuevas elecciones no parece existir en el panorama político español otro hombre más votado, preparado y por supuesto con más experiencia laboral, en definitiva más legitimado para presidir el Gobierno de España que el Sr. Rajoy.
Pero legitimado el candidato, lo que le falta ahora es el ímpetu necesario para remolcar el pesado lastre del descreimiento.
Arriola, el gurú del Pp, ha elegido para el Presidente y el Pp un perfil bajo para no suscitar excesiva animadversión. Más que para ganar, para no perder lo ganado.
Todo eso está bien pero el auténtico líder tiene que ir delante, declarar lo que hay y llamar a una tarea conjunta ilusionante. Esa incitación a una tarea conjunta, junto a la exposición de la realidad presente, son las dos labores del auténtico líder.
Esto es lo que hay en una España donde sigue faltando cultura politica. Aqui hay gente capaz de entregar su voto a un grupo de individuos que no solo no tienen experiencia política sino que no han trabajado nunca, ni muestran signos de querer hacerlo salvo para vivir a costa del Estado, o sea de todos. Quizá sea porque en España hay tanta gente que quiere vivir sin trabajar, que hay aún tantos otros muchos que quieren y no pueden hacerlo.
Y entonces llegan el gordo y el flaco de nuestra política, que ayer se acostaron estalinistas y hoy se han levantado socialdemócratas. De un dia para otro. Como lo están leyendo.
Los mismos que siguiendo la misma linea «totalitaria» de su maestro iniciático Jorge Vestringe, «el poder a cualquier precio» es muy posible que pronto se hagan nacional-socialistas.
La responsabilidad histórica por lo reciente y por lo que queda por pasar, aparte de la dura crisis internacional es, en buena parte, de un Partido socialista cuyo Comité federal no ha sabido o querido poner fin a la ambición de Pedro Sanchez, a la propia ruina del PSOE, atenazados – menos Corcuera y unos pocos expedientados más,- por el miedo a perder el privilegio autonómico y lo que hay que callar, esperando ser ellos el ave fénix que recoja las cenizas del partido.
Y, sobre todo, de alguien que, siguiendo la estela de Zapatero pero peor si cabe, ha vendido su alma al diablo y dejado el partido, España y el panorama politico, dividido en pedazos.
Un Rajoy sin garra, un Rivera sin rumbo, un Pedro sin alma y un Pablo sin Pedro.
Esto es lo que hay.
