Manga por hombro anda el patio
revuelto de la Justicia
con tanta injusta puñeta
como juzga el día a día.
Uno no sabe qué hacer,
si enguantar sus manos limpias
o hacerse un selfie otomano
con las migraciones sirias.
A un chico de 18 años
sin piedad se le «ajusticia»
y a un terratenientemundo
se le da corriente vía
sin pagar lo que le debe
al arca cristobalica.
Chúpate esa, ciudadano,
que era en la que tú creías
que te iba a ir mejor
a lo largo de tu vida
en consonancia con otros
de semejante estulticia.
Pues ni así, contemporáneo
de desgracias infinitas.
Malos tiempos los del cambio.
No van ellos por la lírica
sino por otras opciones:
por la pícara y la pírrica.
¿Podremos o no podremos
resarcirnos de estas cuitas?
Dime que sí, y me consuelo
deshojando margaritas:
¿PSOE, PP, CIUTADANS
o IGLESIAS E IZQUIERDA unidas?
Dímelo ya, que no acepto
elecciones de mentira.
Para ti y ¡ay! para mí…
el pueblo va a la deriva.