La Marea de Pérez Henares

Alguno tendría que irse, y no es Rajoy, precisamente

.- Pero aquí no dimite nadie, ni los de las encuestas, que era para no pagarles.

Dos millones y medio de votos, más de diez puntos y 52 escaños de diferencia que le ha metido Rajoy y Sánchez aún se puede dar con un canto en los dientes. Al menos no le ha pasado Podemos. Al menos en Madrid el ha pillado podium. A costa de su escudero Rivera que ha sido quien se ha llevado la más sonora bofetada. Leyó mal a su electorado y ahora se encuentra con que ha perdido nada menos que un 20% de sus escaños. Alguno muy doloroso como el de Cataluña, donde Girauta ya sacó un resultado malo en las pasadas y en estas ha ido tan a peor que hasta lo ha pasado el PP. Quizás a ambos, tan proclives a exigir cabezas de los demás deberían de meditar sobre la propia.

En las elecciones de anoche hay un vencedor claro. Por el resultado y por las expectativas. Es Rajoy y es el PP. Y hay derrotados y vencidos en diferentes graduaciones. Los Podemitas porque se han pegado contra los alambres y cuando ya saboreaban sorpassos y hasta gobiernos se han llevado un correctivo y se han quedado donde estaban pero con el amargor de una expectativa frustrada y de un electorado que no se lo acabara de creer mañana como no se lo creían ayer por la noche sus antes sobrados portadores y voceros. Las redes se quedaron enmudecidas cuando las urnas fueron imponiendo la realidad de los votos a los resultados virtuales.

Sánchez el que nos ha llevado a estas nuevas elecciones con su tozuda obsesión de pretender una presidencia que no le habían dado los electores no sale tampoco bien parado en absoluto. Sigue llevando a su partido hacia abajo y la distancia con su rival aumenta de manera notable, tan notable que el mapa por entero se le tiñe de azul y solo le quedan en rojo tres únicas provincias andaluzas. Pierde 5 escaños escaños en el parlamento sobre los exiguos 90 conseguidos en diciembre y aún se deja más pelos en la gatera del Senado donde el PP refuerza aún más la mayoría absoluta. Pero con todo el PSOE respira, aunque hasta le hayan ganado en Andalucía, porque el PSOE ha aguantado. La socialdemocracia ha tirado de energía escondidas, de orgullo de pasado y ha aguantado un envite que le permite salir vivo y que por encima de todo y si a Sánchez le hacen entrar en razón, una forma, con estos resultados sería la de comprender que le viene grande, también supone un alivio para la propia España. Porque el escenario de media tarde era para que se entrara en pánico si a alguien se le ocurría ponerse a hacer a Iglesias presidente. Que eso es lo que daban esos sondeos a pie de urna que una vez más, pero esta más que nunca fracasaron de la manera más rotunda y vergonzosa. Imagino que los responsables, sobre todo el del tremendo fiasco de la encuentra para TVE, saldrán mañana cantándolas, que es en verdad lo que más van pareciendo. Era para no pagarles.

En lo único que atinaron mínimamente, en lo demás el ridículo fue espantoso, la minusvaloración del PP (117-121) y la sobrevaloración de Podemos (91-95), fue en el tortazo de Ciudadanos, al que siempre y una vez tras otras las encuestas en campaña, y antes aun más, les dan el oro del moro, y luego se la pegan contra los alambres. Esta vez de manera más que dañina quizás por haberse puesto a dar lecciones a todos.

Lo cierto es que todos han perdido, los tres jóvenes, y desde esta noche viejunos, tenores se han topado con aquel a quien han dado por acabado, han tildado de todo y hasta alguno llego a insultar sin recato. Pues bien, el “viejo” Mariano ha resultado no solo duro de pelar sino que les ha demostrado que hasta el rabo todo era toro y que quienes han salido empitonado has sido sido estos tres torerillos que iban de maestros y han acabado, ellos, sin orejas.
Porque según se vaya destripando el resultado va a hacerse aún más evidente el alcance tanto de la recuperación de los populares como el castigo que han sufrido sus rivales. Sin duda el primer damnificado a sido Rivera a quien por mucho que se lo advirtieron seguió pensando que el elegir como candidato a Sanchez para la presidencia es algo que iba a pasarle factura y de las gordas. Se la ha pasado además de manera muy dolorosa en territorios como Castilla y León y en Castilla-La Mancha donde se ha quedado en cero y con el partido en buena medida deshecho. El segundo en perdida de escaños es el PSOE que sigue ahondando en su particular hundimiento de suelos. No ha ganado en una sola comunidad y solo ha podido vencer en tres provincias. Si Ferraz y los “luenas” están contentos con ellos era para que lo sacaran por la ventana y de una vez empiecen a pensar en el histórico partido que hay que dejar de una vez por todas arrumbado el zapaterismo en el desván y no sacar sus delirios y alucinaciones de paseo. Que pasa lo que pasa y menos mal que ha pasado solo esto que peor podía haber sido. Pero si ello es consuelo es entonces cuando no hay remedio. Espero que esta vez impere la cordura y se vuelva a los principios, templazas y sensatez de cuando hicieron tanto y bueno, que lo hicieron, también alguna de alivio, por España. Pero aquel era un partido de Estado y de Gobierno y a eso ha de volver cuanto antes.

La sonrisa Podemita y power flawer en que pretendían emboscarse quedó anoche en un rictus amargo y ahí van a empezar a volar cuchillos sin tardar ni un rato. Con pastel y al banquete todo eran abrazos y zalemas pero con este frenazo en seco, no han avanzado nada y nada es nada, a pesar de las alianzas y va a empezar de inmediato la guerra interna, si es que ya no ha empezado. Van a dar tarde de gloria y capitlos maravillosos para rodar otra “Vida de Brian”. Y a lo mejor ya no les ponen tantas alfombras por las teles y dejan de amenazar y perseguir por las redes a quienes osan discrepar y hasta, ¡que osadia!, criticarles.

Y se me ocurre, que además de los de las encuestas, Rivera, Iglesias y Sánchez alguna responsabilidad tendrían que asumir ante semejante en el fiasco. ¿Asumirán alguna? Entre ella alguna conjugación del el verbo dimitir o pretenderán seguir paralizando a España, impidiendo gobernar a quien les ha vuelto a ganar las elecciones y estas vez con aun mayor claridad y contundencia. Puede que ellos a Rajoy no le soporten, pero resulta que ha sacado un 33% y lo han votado casi 8 millones de españoles.
Porque esa es la primera cuestión, otras habrá luego que analizar, en la que debe centrarse la mirada. En esa recuperación del voto del PP. Han logrado que comience a volver a sus siglas y, como me decía un veterano dirigente, “los nuestros han comenzado a perdonarnos”. Mas de medio millón lo hicieron el 26 J . Ni en Génova 13 acababan de creérselo. Porque ayer el PP se tentaba la ropa en el recuento, pero al revés: no soñaban con pudiera ser tan bueno el resultado y temían que aquello se cayera en cualquier momento. Y como siempre al único a quien no parecía tomarle de sorpresa era a Mariano. El que tenía que dimitir, a mucho tardar, mañana.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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