Santiago López Castillo

Cataluña: deprisa, deprisa

Cataluña: deprisa, deprisa
Santiago López Castillo. PD

A estos tíos, los independentistas, no se les puede decir nada. Los jueces del Tribunal Superior de Cataluña fallan contra el traidor Arthur Mas por su prevaricadora acción del «derecho a decidir» en cajas de zapatos y montan la parda. Sale el afectado, Mas es menos, y arremete contra el Estado, para qué variar, además de España nos roba, bla, bla, bla, y toda su cohorte de propagandistas separatistas asimismo vocifera contra la puta España y tenemos, en otras palabras, que salir cagando del Estado español, como lo ha hecho el Reino Unido separándose de la Unión Europea.

No, señor Mas. Usted es un traidor a la Patria, concepto discutido y discutible que también diría el indigente cultural ZP. Se ha venido pasando las sentencias del Constitucional por el forro de sus caprichos, como el 9-N -de ahí el que le vayan a sentar en el banquillo junto a otros cuates secesionistas-, y como así ha sido en materia lingüística desterrando al idioma español (art. 3-1 de la Constitución), además de desobedecer sentencias de la Hacienda pública, más innumerables delitos de la familia Pujol que, casualidad, casualidad, siguen en paraísos fiscales y de los otros mientras otros españoles golfos están en la trena.

No, señor Mas. Usted ha sido presidente de la Generalidad porque su nombramiento emana del Estado español, como gustan decir los nacionalistas y su continuador en el cargo Puigdemont, que más bien me recuerda al señor Casamatjó del fabulista Javier Xardá, rojo hasta los tuétanos. ¿A qué vienen las persistentes amenazas contra el Gobierno de la nación española? Si Cataluña, con Franco, fue, con Vascongadas, la región más protegida en las industrias textil y automovilística. Y para los desmemoriados soberanistas, diré que la entrada de Franco en Barcelona fue en olor de multitud. Como multitud son los documentos gráficos que obran en las distintas hemerotecas.

Mire, señor Mas, usted es una mosca cojonera. Un ser impresentable que no conoce ni la historia de «su país». Compayns, en el 34, al proclamar la independencia fue encarcelado y muerto y sepultado ya con el franquismo. Sus continuas provocaciones, desacatos, burlas a los símbolos de la nación -la española, claro-, bien hubieran merecido la presencia de los guardias de asalto, hoy Guardia Civil, que es lo que usted deseaba para echar más leña al fuego, pero la prudencia de Rajoy lo ha impedido, y no ha tenido cojones el presidente del PP de aplicar el art. 155 de la Constitución («Si una Comunidad Autónoma no cumpliere con las obligaciones…) y ustedes, vosotros, ciscándose en España pero cogiendo el dinero de todos los españoles, la pela es la pela, en el bien entendido de que la región de Cataluña forma parte del territorio hispano, les escueza por donde les escueza.

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