Francisco Muro de Iscar

Que le dejen gobernar

 La situación nacional y europea no permite que España pueda estar sin gobierno mucho más tiempo y excluye, desde luego, unas terceras elecciones. Lo que no quiere decir que no las pueda haber. Es más, la incongruencia de los partidos políticos con capacidad para hacer algo más que permanecer pasivos avala que nos acerquemos a esa posibilidad.

He dicho en repetidas ocasiones que Rajoy no me parece la persona adecuada para encabezar un nuevo Gobierno. Y no por sus capacidades o por sus omisiones, muchas, sino porque no ha sido capaz de hacer frente a la corrupción en su partido y eso le incapacita, desde mi punto de vista, para afrontar la necesaria regeneración. En eso coincido con Ciudadanos.

Pero ni Ciudadanos ni quien esto suscribe ha tenido los millones de votos que tiene el PP, encabezado por Rajoy, sobre todo tras las segundas elecciones, en las que los ciudadanos, mayoritaria y tercamente, le han dado el primer lugar del podio y han rebajado los votos del resto de los partidos, especialmente de los que abanderaban «el cambio progresista» y el fin de «la casta».

Frente a los cantos de sirenas de algunos, PP y PSOE, a pesar de sus inmensos errores y a la fragilidad de sus líderes, han obtenido siempre más votos que los del cambio y eso debería significar algo: que los ciudadanos no quieren mayorías absolutas sino un gobierno estable, de pactos en los asuntos principales y de controles más firmes. Las segundas elecciones han fortalecido esta opinión.

Por eso, ahora cuando PSOE y Ciudadanos siguen enrocados en su «no, no y no» a Rajoy, es urgente reclamar, exigir que den un paso al frente: o integrarse en el gobierno o llegar a un pacto de programa o dejar gobernar al PP de Mariano Rajoy. Con condiciones claras, quizás con un plazo de dos años para someterse a una moción de confianza.

Pero también con posibilidades reales de gobernar. Si Ciudadanos no se integra en el Gobierno o no pacta programa y apoyos, no hay Gobierno posible y Rajoy tendrá que decirle otra vez al Rey que no tiene ni siquiera una mayoría insuficiente, para intentar formar Gobierno. Si el PSOE vota en contra y si, además, no hace nada para buscar esos pactos de Estado imprescindibles, tampoco será posible la gobernanza de España. Si Rajoy y su partido no hacen un esfuerzo real para poner encima de la mesa los acuerdos necesarios para el acuerdo, también serán responsables de lo que pase.

Bruselas aprieta a España y le exige más ajustes y más reformas, pero no tiene con quién hablar. Y España debería tener una posición común, mayoritaria si no unánime, para negociar con Bruselas desde la unidad y no desde la debilidad. No todas las reformas, no todos los ajustes son necesarios y positivos para nosotros. Pero cuanto más se tarde en ese acuerdo, peor para los intereses generales de España.

O los políticos, de todos los partidos no se enteran o están jugando con fuego. Pero los que nos vamos a quemar somos los ciudadanos. Hay que tener un Gobierno y un programa de pactos ya, antes de que termine julio. Y sólo puede encabezarlo Rajoy. Lo demás es tratar de engañar a todos todo el tiempo.

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