«No existe ningún punto de partida si no se sabe dónde ir»
Sigmund Freud,creador del psicoanálisis.
El psicoanálisis es un método creado por el médico y neurólogo austriaco Sigmund Freud que tiene como objetivo la investigación y el tratamiento de las enfermedades y los conflictos mentales.
La idea central del psicoanálisis consiste en que, bajo la superficie de las normas de comportamiento perceptibles, permanecen escondidos contenidos y motivaciones inconscientes que nos pueden explicar y hacer comprensibles el comportamiento individual y social de las personas que, de otra forma, nos parecen inexplicables.
Por ejemplo, las fobias pueden ser muy bien entendidas mediante el psicoanálisis; fobias que, de otra forma nos parecen difíciles de entender. Para realizar el psicoanálisis el psiquiatra tiende en un diván al paciente y le deja hablar libremente sobre su vida. Hay países donde sus ciudadanos tienen un psiquiatra como el que tiene un asesor; en otros países no es así…pero debería serlo según están.
España no es un país donde el psiquiatra y el diván formen parte de la vida cotidiana de los ciudadanos, aunque cada día acuden más personas a las consultas de psiquiatría, en estas no se emplea el diván ni el psicoanálisis. Sin embargo, y visto lo sucedido y lo que está sucediendo en estos últimos meses con respecto a las elecciones y la imposibilidad de formar gobierno, los españoles deberíamos tendernos en el diván de un buen psiquiatra para que nos hiciera un buen psicoanálisis.
Sobre todo, deberían tenderse cuan largos son estos políticos de la nueva ola que vienen con el marchamo de salva patrias, de impolutos, de limpios y honestos.
A dos de estos políticos, el señor Sánchez y el señor Rivera, no les vendría mal un buen psicoanálisis que hiciera aflorar que les causa esa fobia morrocotuda hacia Rajoy, esos traumas que les impiden ver la realidad de haber sido derrotados en las urnas.
Puede que con unas cuantas sesiones de psicoanálisis se les aclararan las ideas y, de una vez por todas, vieran el punto de partida en el que se encuentran y supieran hacía donde quieren ir.
Al mismo tiempo, al aflorar sus inconscientes, puede que se les hiciera la luz y comprendieran que lo más prioritario para España es formar un gobierno, pero no un gobierno cualquiera salido de sus fobias, odios y resentimientos hacia Rajoy, pues ese sería un muy mal gobierno, sino un gobierno salido de la inteligencia, la generosidad y la prudencia.
Pero, como antes he dicho, no solo los políticos deberían tenderse en el diván; también deberíamos tendernos todos los ciudadanos que el 20D y el 26J votamos desde la revancha hacia quien había sido designado por todos como el causante único de los males que nos aquejan, no votando desde el análisis sosegado.
Nos vendieron la burra de que lo mejor para España era acabar con el bipartidismo y ahora nos encontramos con un Congreso endemoniado en el que 13 o 14 partidos – uno no sabe ya cuántos forman el hemiciclo – tienen como único objetivo acabar con el PP en general y Rajoy en particular sin importarles para nada ni España ni los españoles. Parece que, en ese ejercicio de fobias, rencores y odios solapados bajo el manto del inconsciente, si el PP y Rajoy desaparecen España se convertirá en un país de cuento de hadas.
Tendidos en el diván del psicoanalista estos dos políticos dejarían aflorar libremente ese inconsciente que les ciega y no les permite ver la realidad y, de esa forma, liberadas sus mentes, existe la posibilidad de que comprendan que, si llegamos a terceras elecciones, España y los españoles en general y sus políticos en particular, seríamos motivo de estudio en todas las facultades de Psiquiatría del mundo por ser el primer país del planeta que tuvo que tenderse en el diván del psiquiatra para que este, mediante el psicoanálisis, aclarara que causas ocultas bajo las normas de comportamiento perceptibles, son las que llevaron a España a tener que tenderse en el diván para ser psicoanalizada de sus enfermedades y sus conflictos mentales.
