Apuleyo Soto

Romance de Echenique ‘El Defraudador’

Romance de Echenique 'El Defraudador'
Apuleyo Soto. PD

¡Joder con el Echenique
que no echó guindas al pavo
de su cuidador, ¿tú viste?!
¿Y cómo este indigno trato
pudo darle el alfeñique
defraudando, defraudando
a la Hacienda? Rite, rite.
Lo que no se da al Estado,
al pueblo no vuelve, míster,
en carreteras, teatros,
escuelas, maestros, líderes,
hospitales, funcionarios
y políticos a miles.

El angelito a su cargo
calló y se tragó la bilis
durante un ingrato año
que le resultó insufrible-
mente «negro» y sin contrato
hasta que un correveidile
lo destapó en el Heraldo.
(Ojito, la prensa existe
y hay que andarse con cuidado).

Aunque parece de chiste,
el pajarito ha volado.
Quisiera yo ahora oírle
por qué el pobre aguantó tanto
y con tan poquito alpiste
a cuentas del podemazo
que le dejó cicatrices
y le soltó de un plumazo
como se sueltan misiles
de balines bien cargados.

La estafa tiene narices
puesto que ocasionó daños
y aun quedan gentes serviles
que van y ponen el cazo
a sus señoritos viles
que por cuatro euros baratos
les dan por donde no dicen,
es decir, les dan… «polsaco».
¡Madre mía, cuánto quisque
se mea la pierna abajo!

Con argucias, con engaños
¿seguirá el listo Echenique
echándole leña al pavo?
Que se deje de paliques,
se baje el burro del carro,
pida perdón y se humille
porque no le salió caro;
¡y encima sus mandarines
dicen que un «ejemplo» ha dado!
Ejemplo de qué, Pablines?
¡Honradez, manda carajo,
si es que tenéis cataplines!

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído