.-En las elecciones gallegas y vascas se va a jugar el futuro de España
El día 25 de septiembre solo van a votar gallegos y vascos pero los resultados nos van a concernir a todos, porque esas son, tras la investidura bloqueada, las terceras elecciones para decidir si vamos a tener de una vez Gobierno en España. El futuro de España se va a jugar en ellas. Y amen del futuro de Feijoo y de Urkullu también estará en juego en buena medida el de Rajoy y aún más el de Sánchez.
Para el líder socialista los comicios autonómicos del 25 de septiembre pueden ser la última bala, pero que lo mismo puede ser su disparo de plata que volarle a él mismo directamente la cabeza. Un resultado penoso del PSOE supondría ya la definitiva gota que colma el vaso de la paciencia y el instinto de supervivencia de los socialistas ante el cada vez más aislado y rencoroso Don NO que los dirige y que les lleva de fracaso en fracaso.
Pero ¿Cómo se mide que el resultado sea indigerible?. Pues por dos baremos: el uno es no quedar por debajo de las Mareas y el otro, aún más decisivo, que la suma de PSG mas el consorcio podemita y el BNG no alcance para derribar a Feijo de la presidencia de la Xunta. E insisto, mucho más determinante lo segundo que lo primero. Porque esa va a ser la clave esencial de las elecciones gallegas y en lo que sus resultados pueden traducirse a España. Si un pacto de socialistas con izquierda populista y nacionalismo soberanista arrebata el poder al PP en Galicia, quien lo ocupe pudiera ser incluso secundario si la contrapartida es la Moncloa, ello podría abrir la espita a Sánchez para cocinar esa alternativa, ese Gobierno Frankestein en España con Sanchez presidente con el apoyo de Iglesias y los de Homs y Tarda. O sea PSOE+Extrema Izquierda+Separatistas. Un gobierno de España para proceder a descuartizarla.
Habrán habrán observado que en la ecuación anterior faltaba el PNV. Pero no es que lo haya olvidado. Es la otra pata del cuento de la lechera de Sanchez. Si Urkullu necesita tras el recuento los votos del PSOE, y solo del PSOE, la cremallera quedaría abrochada. Porque pactar con Bildu y Podemos en Euskadi incluso para algunos de los desquiciados aprendices de brujo de Ferraz parece excesivo. Pero con el patriotismo de partido de los “luenas” siempre hay que tener más que cuidado.
Galicia y Pais Vasco son pues, la últimas esperanzas del sanchistas, podemitas y separatistas. O lo que es lo mismo, la pesadilla para todos los demás. Es el último cartucho que le queda a Don NO y por donde busca una salida a lo suyo, que para tantos sería el camino directo a los abismos económicos, políticos y nacionales. Pero ese cuento y esa cuenta pueden salirle por la culata. Directamente a la sien vamos.
Si el PP solo o con el apoyo de Ciudadanos, que obtuviera algún escaño (lo peor para los populares es que les resten votos y no les sumen escaño alguno como sucedió en Castilla-La Mancha) quedan por encima del conglomerado de fuerzas de izquierdas y soberanistas, las cañas a Sánchez se le vuelven lanzas. Si ademas su candidato obtiene un resultado ya no malo, que con ello cuentan, sino pésimo, y puede serlo, las cuentas se las van a pedir a el. Porque ha sido el y Ferraz quienes han hecho estallar una verdadera guerra civil entre los socialistas gallegos imponiendo las listas de Pontevedra y Orense, contra las direcciones provinciales y contra el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ex ministro con González, su mayor éxito y baza electoral. Obtuvo mayoría absoluta en la populosa ciudad, la única importante de Galicia amen de la Diputación de Pontevedra. La organización de Orense también ha sido laminada. Malos mimbres para hacer el cesto aunque les quede el consuelo que los “cristos” entre Las Mareas y Podemos han sido también para enmarcar y pueden afectarles aún más que a ellos. Ni unos ni otros están, para nada, boyantes y el propio Sánchez se encontró el sábado con el cisma cuando los vigueses no aparecieron siquiera ni por la fiesta ni por su mitin de apertura de batalla electoral. Por agenda, le dijeron. Enfrente Feijo con todas sus huestes en formación ya ha encontrado, no hacia falta llamar a guru alguno, en un SI escueto y contundente su mejor eslogan contra el no y el potaje que tiene enfrente. Pero el SI resulta que también puede serlo para España.
Dependiendo también de lo que suceda en el Pais Vasco. Pues al PNV puede hacerle allí falta igualmente el PP y entonces conoceríamos que Urkullo y Rajoy no se llevan mal en absoluto y que se podría empezar a hablar de muchas cosas, que los del PNV en esto siguen siendo como fueron, Ibarretxes ya olvidados aparte. O sea, que de lo de Euskadi también puede concernir a la cosa del Gobierno, del de España digo.
Con los resultados de un lado y otro en la mano es cuando podremos pues ver cual de las alternativas que el viernes quedaron todas ellas hibernadas tiene más visos de salir adelante. Si por fin se abre la puerta a ese gobierno cerrada desde hace ya ocho meses largos, si este lo forman quienes ganaron las elecciones, si es el gazpacho en el que sale a flote Sánchez aunque nos hunda a todos o si vamos a votar entre villancicos. Pero entonces ya no serán las terceras, serán las cuartas. Las terceras, ya digo, a mi me parece que son ya el 25 de septiembre, aunque solo voten los gallegos y los vascos. Ese día se juega España.
