La Marea de Pérez Henares

No nos merecemos esto

El interlocutor no es precisamente persona a quien la política le provoque pasiones, ni que se encienda con unas siglas o contra otras, es un hombre templado, maduro, que ha trabajado largos años y conseguido, a base de tesón y esfuerzo, una situación profesional de cierta relevancia en su empresa. No le he oído nunca despotricar y si en muchas ocasiones comprender las dificultades de los gobernantes. Quizás por que él sabe bien lo que es enfrentarse a una crisis y gestionar en la adversidad. Por ello tengo su opinión en mucha estima, sé que su criterio no está trufado por el partidismo aunque su corazón tiene, como todos y viene a representara ese ciudadano medio que trabaja y quiere simplemente que los políticos ya que no ayuden al menos no estorben. Con ello se conforma.

Y es por ello por lo que su queja y enfado, expresado siempre en su tono moderado, me resultaron verdaderamente reveladores del estado de ánimo de muy buena parte de la sociedad española. “ No nos merecemos esto” me reiteró un par de veces para recalcarlo. Lo dijo apesadumbrado. “ Lo hemos pasado mal, se ha sufrido mucho y ahora ellos, todos ellos ahí los tienes, incapaces tras dos elecciones de dar una salida, de un mínimo esfuerzo por pensar en todos. No nos merecemos esto”.

Me parece no solo que le asiste la razón sino que en su conclusión es muy mayoritaria de los españoles si restamos a los propios políticos , sus parroquianos mas enfervorizados y los catecúmenos en busca de bautismo . Las gentes del común, los que no participan en las batallas sectarias ni se dedican a apedrear a tuitazos a los “enemigos” simplemente piensan que ellos están siendo los paganos de la incompetencia, encono y miseria de quienes han elegido para que los representen. Y lo que están haciendo es fallarles en lo más primario.
No olvido, desde luego, que la propia sociedad en absoluto es ajena a lo que ahora padece. Esos políticos son su reflejo y es nuestra ciudadanía, acrítica siempre consigo misma y que solo ve culpas en lo ajeno, es el caldo donde se han cocido esos garbanzos. Pero, en efecto, no se merece lo que le esta sucediendo. No se lo merece y además es una situación a la que jamás había alcanzado tal grado de desprecio a ella en su conjunto y tan baja altura de miras. Nuestros políticos nunca habían llegado a tal grado de descrédito. Y aún peor, pues era algunos los que andaban proclamando que esto era lo nuevo y que iban a acabar con los vicios viejos, que iban a ser la solución y ahora resulta que se han convertido en el peor de los problemas.

Suele decirse que cada país tiene el gobierno que se merece. Pero esto de ahora es novedoso. Ni siquiera podemos decir esto, porque son capaces de dejarnos que tengamos uno. Y ya van nueve meses y dos llamadas a las urnas. No tenemos siquiera el gobierno que nos merecemos. Pero desde luego no merecemos es a estos representantes, cada cual en su grado y responsabilidad pero todos con alícuota parte en el desaguisado . Podemos acabar por concluir, aunque miedo da el hacerlo, que son peor que un mal necesario, que están demostrándonos que ni siquiera cumplen la mas elemental parte del trato, que se niegan a cumplir con el primer punto del contrato . Así que no es de extrañar r que la desafección de paso a la aversión y que los comencemos a ver como parásitos que no nos aportan nada y se convierten en el peor estorbo. Miedo da que eso pueda instalarse como pensamientos y cuaje como opinión generalizada porque ello puede dar lugar a algo tan siniestro que aun nos merezcamos menos que a estos zopencos.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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