Les entra por un oído y les sale por el otro. Hay que ser Job para negociar con estos irredentos que tienen el odio inoculado en el cuerpo. Parecen estar exorcistados a perpetuidad. Sánchez, el que llamaba vago a Rajoy y se pasa la vida veraneando, luciendo palmito, ha hecho mucho daño al PSOE. Ha sido fiel seguidor de ZP, de ahí que usted, desde el primer día, le tildara de sobresaliente cum laude del zapaterismo. La última encuesta, de NC Report, muestra que el 43% de la militancia socialista se inclinaría por la abstención. No les cambian la intención del voto ni con fórceps. Decía Noel Clarasó que odiar es un despilfarro del corazón, y el corazón es nuestro mayor tesoro.
A renglón seguido, se nos dice que el Comité Federal (¡cuánto les encanta el federalismo con lo antiamericanos que son!) ha decidido la abstención. Miren, yo no me lo creo. O los retretes del Congreso estarán hasta los topes, con el servicio de limpieza como los chorros del oro, o los ociosos parlamentarios se fumarán un puro a ojos vista y se ausentarán del escaño y se irán al bar de enfrente, Casa Manolo, por ejemplo. Tuve el honor de informar a todo el país sobre las negociaciones de la Constitución (500 horas de debates) a través de TVE. Y salvo discusiones puntuales, jamás vi malos modos. En ellas -en las discusiones- también estaba el Partido Comunista de España encarnado en el aguerrido, pero siempre respetuoso, Jordi Solé Tura.
Eso no era tardo franquismo sino voluntad de acción. Hacia el progreso. Lo jodido es anclarse en la matraca de humillar a toda costa al adversario. Me cuentan que el asturiano gestor está poniendo buena voluntad para que Rajoy sea investido presidente. Pero conociendo a los levantiscos catalanes, valencianos, aragoneses, baleares anti Matas, y los fieles rencorosos de Sánchez el negativo, la decisión socialista para que el PP logre un gobierno se me antoja una bonoloto. Por cierto, el vanidoso -según me cuentan- concurrirá a unas primarias para acceder a la Moncloa, el sueño de una noche de verano, primavera, otoño e invierno.
Mientras tanto, el país se está yendo a tomar por el culo. Se le menea el rabo de alegría (y perdón por la gruesa metáfora) al podemita asociado. El que nombró miembro de la ejecutiva del partido a un general traidor a España llamado José Julio Rodríguez por decisión del maléfico Rodríguez Zapatero. Máxima autoridad de las Fuerzas Armadas para descrédito de los bravos militares. Y encima de que el PSOE está como está, se ponen gallitos y plantean exigencias a los populares.
¡Detente! ¡Abstente! En sesión doble veremos «El exorcista».
