Víctor Entrialgo de Castro

Esperando a Leonor

Esperando a Leonor
Víctor Entrialgo de Castro, abogado y escritor. PD

Todos los dias de camino al trabajo tropiezo con Woody Allen para el que Oviedo es una ciudad de cuento, con príncipes y princesas, que hoy entrega sus Premios esperando sin prisa a Leonor.

Hay que ser un tío muy lúcido para sentenciar, como Richard Ford, Premio Princesa de Asturias de las letras, al que Dylan le ha quitado el Nobel, que la vida es fundamentalmente imaginación. Para vivir, para trabajar, para disfrutar, para amar.

Que se lo digan a Hugh Herr, Premio investigación científica y técnica un hombre de cuento, un prodigioso ejemplo de superación personal, un Gepeto de sus maravillosas piernas que tantas esperanzas reparten caminando por el mundo.

Catedrática de Clásicas en Cambridge y miembro del Newnham College, Mary Beard, Premio de ciencias Sociales, es una de las más prestigiosas especialistas sobre la Antigüedad y una de las intelectuales británicas más influyentes. La simpática Mary Beard trae la antigüedad al presente. O sea, que como los verdaderas sabias, no se queda su saber todo para ella.

O sea, «igual» de universitaria que ese de por aqui al que llaman el coletas que anda incitando a la violencia con las alforjas llenas, reventando los plenos y la democracia convirtiendo el Congreso en un circo y no ha querido asistir a los Premios, porque el viernes por la tarde tocaba circo o revolución de salón.

Los niños sin hogar de la organización Aldeas infantiles, Premio de la Concordia, como los de Siria, Idomeni o Haiti, a los que tanto tarda en llegar la «Vergüenza sin fronteras» de la comunidad internacional, son más protagonistas que nunca y son los que precisamente ha retratado James Nachtwey, fotógrafo de guerra, terremotos, hambrunas y miserias humanas, premio de Comunicación y Humanidades, testigo y denunciante de esas vergüenzas.

La Convención marco de Naciones Unidas para el cambio climático y el trabajoso acuerdo de parís, Premio de Cooperación Internacional, nos permite respirar tan sólo una miaja más tranquilos, nos da un poco de aire.

Una vida de vocación y puro teatro subida al escenario le ha valido el Premio de las artes a Nuria Espert.

Y el triathlonista Javier Gomez Noya que hace varios deportes al mismo tiempo, con un sin fin de Premios, medallas y mundiales es el complemento ideal de la biomecánica de Hugh Herr, dos hombres inevitablemente relacionados.

Aunque el mundo tenga ahora otros Dioses y mi amigo se empeñe en decir que Messi es un dios, por no reñir, yo le diré que entonces, éstos premiados, referentes de los mejores valores de la humanidad, tienen que ser los ángeles.

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